Siempre nos vamos a sentir incomodos con los cambios, pero el mundo siempre está en constante cambio, aun no queremos que nada cambie y tratemos de hacer lo posible para que esto no ocurra, en determinado punto esto va a ocurrir, la cuestión con los cambios es saber adaptarnos a los mismos y una de las mejores formas de hacerlo es adelantarnos a que estos ocurran y tomar decisiones para lidiar con ellos.
Quien no toma decisiones está condenado a seguir la decisión de alguien más, es destinado a perder el control de su mundo cada vez que pase algo inesperado, estará siempre estancado gracias a la indecisión.
No tenemos por qué dejar que la indecisión domine nuestras vidas, no tenemos por qué temer a los cambios, si desarrollamos carácter y voluntad aprenderemos a tomar decisiones, y entre más decisiones tomemos mejores decisiones sabremos tomar, lo que nos permitirá estar preparados ante los cambios y de llegar a cometer un error por una decisión poderlo corregir de la mejor manera posible.