La democracia no garantiza que a las cúpulas políticas lleguen las mejores personas o los mejores profesionistas, pero ya es un gran avance que se está dando, que el pueblo se muestre más participativo, pues si bien es cierto que la democracia no garantiza que se encumbren los mejores candidatos a los diversos puestos políticos, mucho menos lo garantizaba la simulación democrática de antes, cuando el pueblo no exigía con su voto o no se rebelaba con su voto a las imposiciones partidistas.
Los funcionarios son para servir al pueblo, el pueblo es el gobierno, pero cuando un político adquiere, o se le permite demasiado poder, pasa por encima de los derechos del pueblo, le importa poco el pueblo porque le faltan valores que lo vinculen a éste, desafortunadamente, la mayoría de veces, los profesionistas que están en la política no son precisamente los mejores en su campo, muchas veces son profesionistas que fracasaron en su respectiva profesión y se adhieren a la política (con honrosas excepciones) buscando el éxito económico como principal motivo, otras veces los políticos ni siquiera son profesionistas, tienen muy bajos niveles de estudio y eso genera desconocimiento de la ética, y de los valores básicos que les permitan ser mejores servidores públicos .
A falta de ello se cae en el autoritarismo, los fraudes, en engañar a los compañeros políticos que SÍ buscan el bien del pueblo, engañar también a los que votaron por ellos, y engañar a toda la sociedad de su país, ¿Por qué?, pues porque se saben impunes, se saben intocables. Se han creado esferas de poder político muy fuertes y arraigadas donde lo que menos se precisa para entrar en ellas es la honorabilidad, el prestigio y los valores.
La política es un sistema que se corrompe muy fácilmente cuando se tiene la convicción de que nadie hará nada, de que nadie va a reclamar, y en muchos sistemas de gobierno de todo el mundo es así, los entornos políticos están saturados de complicidades y alianzas con personajes que se consideran impunes y poderosos, es ahí donde sólo un poco de ética de los nuevos personajes que incursionan en la política evita que se cometan delitos graves e injusticias en contra del pueblo que representan.