Las personas y solo las personas son quienes explican el éxito o fracaso de una empresa, y parece mentira como hay comités de dirección que gastan tiempo y dinero en todo tipo de iniciativas rimbombantes que -sobre el papel que todo lo aguanta- asegurarán el éxito de las organizaciones en los próximos años.
Pero sin embargo lo que en mi opinión garantiza el éxito son las personas, y raramente veo en las empresas un plan de atracción y retención del talento. Elegir a los profesionales que quieres que trabajen en tu empresa, y no dejar este aspecto a decisiones individuales de muchos miembros de la organización que utilizan a los departamentos de recursos humanos como meros ejecutores de selección a perfiles pre-seleccionados.
Solo con atender a un curso de gestión del talento humano nos damos cuenta de lo importante que es tener una visión y un pensamiento de altura (si queréis evitemos la palabra estratégico, si bien en mi opinión es la que mejor expresa lo que debería ser) a la hora de tener claro qué tipo de profesionales queremos en nuestra organización, cuáles son los drivers que usar para retenerlos y mantenerlos motivados, etc, etc.
El salario no puede ser la principal motivación de un empleado para cambiar de empresa, ni tampoco para quedarse en ella. Al menos en el plano personal he estado -y estoy- dispuesto a renunciar a salario, responsabilidad y "títulos" (que tan poco aportan) para conseguir ganar en calidad de vida y en motivación personal.
Con frecuencia las empresas recurren a los euros para retenerte a corto plazo... sin darse cuenta que tan solo es dar una patada hacia delante. Si no estás comprometido con la cultura y filosofía de tu empresa, el dinero solo conseguirá que aletargues tu periodo de búsqueda y cambio... pero no conseguirá retenerte... o al menos no lo hará con todas tus neuronas al 100%.