Es difícil ser portero. Es la posición más difícil en el terreno de juego y la más importante. Además de los factores técnicos, físicos y tácticos, la clave para convertirse en un portero de gran nivel es su fortaleza mental. Por esta razón, el entrenamiento mental, debe ser una parte vital dentro de la planificación del entrenamiento del portero.
Algunos entrenadores, se centran solo en los aspectos físicos para ayudar a sus porteros a alcanzar el éxito, pero por desgracia, descuidamos el aspecto mental. Existe una falta de conocimiento y comprensión sobre los beneficios que pueden tener la psicología deportiva o el coaching deportivo
Ser portero, implica utilizar la psicología para tener una buena fortaleza mental. El portero debe acostumbrarse a asumir sus errores, ya que muchas veces se cometen injusticias sobre su actuación. Desde una perspectiva psicológica, podemos decir que el portero en el fútbol moderno actual, se involucra en muchas de las situaciones más exigentes en un partido y en la competición. Debido a la naturaleza de su posición, es esencial para él y su entrenador de porteros, comprender el aspecto psicológico que requiere dicha posición.
Un portero que tenga confianza en él mismo, le hará alcanzar su punto máximo de rendimiento a lo largo de la temporada, pero si el portero no confía en él, aparecerán las dudas y llegará a frustrarse. La confianza en uno mismo como portero, ha demostrado ser un factor importante en el éxito deportivo. El portero debe confiar en sus propias capacidades para evitar juicios, así conseguirá una autosuficiencia y una seguridad abismal. Si conseguimos que el portero tenga tranquilidad en cada situación de entrenamiento y en cada situación de partido, conseguiremos que se convierta en un líder e inspirará a su equipo.
Fuente: pasionentrelospalos
@DavidGarcaLuque