La vitamina B12 es una vitamina hidrosoluble que pertenece al grupo de las vitaminas B, una vitamina que no se almacena en el cuerpo ya que se elimina por la orina, y muy importante para la salud pero mucho más durante el embarazo.
Entre sus principales funciones destaca su contribución en la formación de glóbulos rojos, la prevención de la anemia en el embarazo, ayuda a la absorción del calcio, es necesaria para la división celular y el crecimiento y mucho más. Es buena para el sistema nervioso y para la función del metabolismo de grasas e hidratos de carbono.
Se recomienda tomar 3 mcg diarios en el embarazo y aumentar a 3,4 mcg durante la lactancia. Se puede encontrar en vísceras, carnes rojas y blancas, huevos, lácteos y mariscos, entre otros.
Hay que tener especialmente cuidado en las dietas vegetarianas, donde más se suelen producir deficiencias de vitamina B12, ya que pueden dar lugar a fatiga, cansancio, trastornos nerviosos, problemas gastrointestinales y más. Además, sustancias como el tabaco o el alcohol pueden recudir su cantidad, así que hay que dejar el tabaco, el alcohol, y algunos medicamentos.
Según un estudio, la carencia de vitamina B12 antes del embarazo y en la gestación puede aumentar en cinco las probabilidades de que el bebé sufra algún defecto congénito, lo que se suma a las demás complicaciones que se pueden dar. Una investigación ha demostrado que se debe tener un adecuado nivel de vitamina B12 para evitar defectos del tubo neural en el feto.
Ya sea para aumentar la energía, evitar los problemas de la madre o del bebé, la vitamina B12 es muy importante en el embarazo y antes de él, por lo que se recomienda consumir la cantidad indicada al día. Como podemos ver, existen muchos alimentos de consumo diario que cuentan con esta vitamina del grupo B.