La importancia de llamarse Mariano

Publicado el 24 agosto 2013 por Rgalmazan @RGAlmazan

Si señor, nuestro afamado presidente termina sus vacaciones y le espera una agenda difícil y dura, a partir del próximo lunes. Pero ahí está este belicoso y combativo guerrero dispuesto a la lucha otoñal, preparándose para volver a sus barcenadas y sus recortes, a sus brotes verdes invisibles y sus mentiras.

Y para demostrar que está en forma ha salido a pasear, por parajes gallegos, junto al río Umia en Ponte Armelas (Pontevedra). Eso sí acompañado de más de veinte compañeros de fatigas, entre los que se encontraban Ana Pastor y Núñez Feijóo, dos de sus amados discípulos.

Pero, claro, el gran pater no podía salir sin que su pueblo lo supiera, sin que sus amados súbditos supieran de sus cuitas veraniegas. Por lo que ha decidido llamar a los medios informativos para que puedan comprobar y transmitir que este país cuenta con un presidente garboso, jacarandoso y rítmico. Alegre y dicharachero se le ve departiendo con los suyos, mientras avanza por rutas imperiales, como debe ser. Eso sí, hay un pequeño detalle, el hecho de que llamaran a televisiones, diarios, revistas y radios no quiere decir que tuviera algo que decir. No, eso no, a los medios se les convoca para que gocen al ver a ese espíritu libre, intenso y caballeroso que es nuestro presidente, para eso están. Porque sólo verle sobrecoge.

Un tercer capítulo que denota cómo domina a los medios nuestro gran Mariano, el primero fue cuando convocó a los medios y no admitió preguntas –hay que demostrar quién es el que manda, quien es el importante—, el segundo capítulo, cuando apareció como un ángel en un plasma para contarnos lo que estaba pasando y allí todos los periodistas pudieron ver cuan fotogénico es nuestro querido presi, eso sí, sin poder preguntar nada.

Pues bien, en este tercer capítulo, este prohombre, este benefactor de la humanidad ha decidido, con su camisa blanca de trabajo –eso sí, sin corbata, para parecer que iba de sport, y rodeado de guardaespaldas y amiguetes de cuello blanco--, mostrarse tal cual, como si fuera uno más, como un dios bajado a la tierra para redimirnos. Siempre pensando en nosotros, ha querido que veamos cómo termina sus vacaciones. Todopoderoso y a ritmo atlético ha caminado por la ruta del río Umia, cual cabestro que guía a su tropa. Un verdadero ejercicio de líder. ¡Ahí queda eso! Lo peor, a partir del lunes.

Salud y República