Es por eso que en este artículo me ha parecido importante tratar el tema de la primera impresión y de la importancia que tiene al relacionarnos con los demás (como, por ejemplo, en una entrevista de trabajo o una reunión importante). Y también por ese motivo me gustaría compartir contigo algunos conceptos e ideas que, de bien seguro, pueden ayudarte a mejorar esa primera y muchas veces única oportunidad que tenemos para mostrar ante los demás quiénes somos y hacia dónde vamos.
Detalles a cuidar en una buena primera impresión
Ahora bien, ¿qué es una primera impresión? La primera impresión es ese primer contacto que te va a permitir llamar la atención de los demás para que puedas proyectar todo lo que eres de una forma natural y afable, ganándote, a la vez, la simpatía de quienes te rodean.
A continuación te comparto algunos detalles a tener en cuenta y que te ayudarán a causar una buena primera impresión:
- Procura vestirte y arreglarte de la forma más favorecedora posible teniendo en cuenta tu físico. Esto incluye vestir con los cortes más adecuados según tu tipo de cuerpo, con los colores que más te favorezcan y con una coherencia de acuerdo a tu estilo y forma de vida (sin olvidar el lugar y momento en el cual te encuentres). Además de tu vestuario también es importante que prestes atención a tu arreglo personal; este se refiere a tu presentación diaria y abarca desde la limpieza y pulcritud de tu persona hasta el cuidado de la piel, peinado, maquillaje, el uso que haces de los accesorios y la elección del perfume (entre otros).
- Cuida tu lenguaje corporal. La postura de tu cuerpo es el gran emisor de tu confianza, seguridad e intenciones. Otro punto importante es aprender a moverte y es que una mujer (o un hombre) que sabe caminar, que sabe cómo sentarse, levantarse y etc es una persona que siempre está un paso por delante de los demás en lo referente a la imagen personal que se proyecta. También es importante mencionar que la mirada juega un papel crucial en una primera impresión; procura que sea directa (recuerda mirar a los ojos de tu interlocutor, sin demasiada invasión) y que permita establecer un punto de contacto con las otras personas. Por último, en cuanto a tu lenguaje corporal, no te olvides de sonreír porque una sonrisa muchas veces denota la actitud que puedas tener ante la vida y puede ayudarte a ganar la simpatía de los demás.
- Presta atención a tu lenguaje verbal. El lenguaje verbal va mucho más allá del mensaje que en realidad transmitimos por medio de nuestra conversación o saludo. El lenguaje verbal incluso puede llegar a incluir (un poco entre comillas) los movimientos de tu cuerpo al hablar, tu gesticulación (ten siempre un gesto suave que no denote tensión), tu voz (la voz implica emoción a través de la entonación) y, por supuesto, el contenido de tus palabras.
- Haz gala de tus buenos modales. Algo que te ayudará muchísimo a mejorar tus buenos modales es tener una vida social activa. Recuerda que en esta vida casi todo se aprende con la práctica y cuantas más oportunidades tengas de socializar más cosas irás aprendiendo. Se trata de ser una persona educada y eso lo demostrarás en todas y cada una de las situaciones que se te vayan presentando a lo largo de la vida.
- Cultívate y esfuérzate por ser cada día una persona más (y mejor) informado/a. Es importante mantenernos en continuo aprendizaje e interesarnos por la realidad que nos rodea. Esto lo puedes conseguir invirtiendo en tu educación, adquiriendo hábitos como la lectura, interesándote por las artes… También es importante que procures ser una persona siempre al tanto de la actualidad, tanto nacional como internacional, ya que todo esto se verá reflejado en tu nivel de conversación.
Todos estos detalles son importantes porque el cuidado de los mismos te permitirá adquirir una seguridad que los demás podrán apreciar, incluso en una primera impresión. Además, es muy importante que te sientas bien dentro de tu propia piel porque eso hará que comuniques esa confianza en ti mismo/a a la gente de tu alrededor, la cual será capaz de percibirla al formar su concepto sobre ti.
¿Cómo dar una buena primera impresión?
Si empiezas a prestar atención a cada uno de estos detalles, muy pronto, con trabajo diario y una buena actitud, conseguirás pulirte para dar a los demás, en esos primeros segundos, la mejor imagen posible de tu persona.
En definitiva, no se trata de convertirte en otra persona, se trata de tu actitud, de aprender a resaltar tus cualidades, de adquirir una gran confianza en ti mismo/a, de aprender a quererte y valorarte y de saber cómo presentarte ante el mundo para proyectar ante éste la mejor imagen posible y, por supuesto, conseguir inspirar en los demás una buena primera impresión que se sustente en tu propia personalidad, carisma y seguridad.