El cromo es un mineral muy importante en la nutrición que debe formar parte de una dieta sana, pero es especialmente indicado en el embarazo ya que equilibra el azúcar en sangre a la vez que interviene en la síntesis de proteínas de los tejidos del bebé que se empiezan a desarrollar.
Para alimentarse con cromo en el embarazo no es necesario tomar complementos, sino que se debe seguir una dieta equilibrada en que se consuman alimentos que lleguen a un total de los 50 mg diarios que se requieren de cromo. Sólo se requieren los suplementos si se quiere hacer un control de los niveles de glucemia en sangre, aunque no es necesario para prevenir la diabetes ya que basta con realizar un consumo adecuado en las comidas diarias.
Se puede encontrar cromo en el germen de trigo, pan integral, levadura, espárragos, levadura de cerveza, pollo, nueces, espinacas y manzanas, entre otros alimentos. Es cierto que el alimento que presenta más cromo es la levadura, por eso un consumo de 4 a 5 gramos de levadura de cerveza al día puede ofrecer 45 microgramos de cromo por gramo. Es muy importante evitar el consumo de alimentos precocinados y harinas refinadas, ya que esto supone eliminar gran parte del contenido en cromo existente en los alimentos.
Si no se toma el cromo adecuado, algo que puede suceder en muchas mujeres embarazadas, se puede correr el riesgo de tener problemas cardiovasculares o diabetes o resistencia a la insulina. Además, hay que tener en cuenta su papel para llevar a cabo el metabolismo de proteínas, lípidos e hidratos de carbono, además de sus propiedades para controlar su nivel de colesterol.
Hay que tener en cuenta que existen riesgos de déficit de cromo en la alimentación de los países desarrollados, especialmente por el consumo de más alimentos precocinados, así que aliméntate bien y con comidas bien preparadas sin precocinados.
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