Como su nombre indica, el fútbol base es uno de los pilares en los que se sustenta el fútbol profesional. La gran mayoría de futbolistas profesionales llegan a la élite tras un largo camino de formación y crecimiento en las cientos de miles de escuelas de fútbol que podemos encontrar a lo largo del planeta.
Es evidente que para llegar a la élite hacen faltas grandes dosis de talento pero también de disciplina y trabajo duro desde la base. Cientos de miles de jóvenes futbolistas desarrollan su actividad en otras tantas miles de escuelas de fútbol pero solo llegan los elegidos. Y es que una mala formación entre otras muchas cosas, puede dejar al mejor y más talentoso futbolista del mundo por el camino. Es por ello que una buena metodología se convierte en fundamental en esta parte de la pirámide.
La importancia de la metodología y jugar partidos en el fútbol base
Como ya hemos hablado, para recoger los frutos es muy importante antes haber sembrado correctamente. Con el paso de los años, los futbolistas adquieren ciertas habilidades, conductas y gestos técnicos que cuanta más alta es la etapa formativa, más difícil son de corregir. Para llegar a ese punto hay que tener muy claro en cada etapa del fútbol base cosas como qué debemos entrenar, cuándo y cómo.
Pero igual de importante es también jugar y jugar muchos partidos porque competir desde pequeño sin perder el horizonte formativo y lúdico, es lo que dotará al futuro futbolista de experiencias y potenciará sus cualidades. Sin partidos que los respalden, los entrenamientos no son suficientes. Y para esto hace falta una buena organización de las competiciones no solo a nivel de las diferentes federaciones de fútbol sino también de determinados torneos.
Así, encontramos profesionales como ESEI, que son expertos en la formación de jugadores a nivel internacional y organizan numerosos campus de tecnificación en fútbol base y Torneos de fútbol en Marbella, Fuengirola, Madrid, Gandía o Salou entre muchos otros. Este tipo de profesionales complementan la formación que reciben los jugadores de fútbol base y se han ido incorporando poco a poco en la pirámide que debe de escalar todo futbolista hasta llegar a la élite.
El entrenador de base, un trabajo poco reconocido
Javi Gracia, actual entrenador del Valencia CF llegó a decir cuando entrenaba al Málaga CF en 2015 que: “Al entrenador de élite hay que darle importancia, pero el verdadero valor está en el entrenador de base, que no tiene recompensa económica o social. Es un formador de personas. Si no fuera por él, no llegarían a Primera muchos jugadores potenciales. Si yo fuera presidente de un club, invertiría mucho más dinero en entrenadores de base“.
Una afirmación que muestra la realidad en la que vive el entrenador/formador que trabaja incontables horas en el fútbol base generalmente por una compensación económica casi simbólica y que muchas veces tiene que ejercer diferentes funciones además de la de entrenador como pueden ser la de educador, psicólogo, utillero y en algunos casos hasta de chófer. Un trabajo que como dice Javi Gracia, debería de estar mejor recompensada económica y socialmente.