La Imposición de manos es una práctica religiosa, que se da en múltiples religiones. Según la epístola a los hebreos, es una enseñanza primaria, junto al bautismo, la resurrección y el juicio eterno. Es usada en las iglesias para dar autoridad, para evangelizar, para comunicar un don, así como para la curación de los enfermos, asociado al uso de aceites medicinales, como el aceite de la unción santa dado por Yahvé para santificar.
Las primeras referencias bíblicas, se encuentran en el judaísmo. La práctica de la Imposición de manos sobre otro individuo tenía mucho que ver con la transferencia de poder o autoridad de un patriarca sobre el siguiente en la línea de mando, como en el caso de Moisés y Josué. Aarón, por mandato de Dios, puso sus manos sobre el macho cabrío, el día del arrepentimiento, para que, por este medio los pecados del pueblo fueran transferidos al macho cabrío y este a su vez regresara al desierto. Esto sentaría las bases para el ritual sacerdotal del perdón de los pecados, practicado por los judíos. Se atribuye a Abrahán la Imposición de manos en el momento de orar para sanar al faraón. Al igual que Jesucristo impuso sus manos para bendecir a los niños y en varias ocasiones para sanar alguna enfermedad. Jesús anunció a sus discípulos que quienes creyeran impondrán las manos sobre los enfermos y sanarán.
La práctica de la Imposición de manos en los inicios de la iglesia cristiana es asociada al bautismo en el Espíritu Santo. En el cristianismo primitivo, los apóstoles imponían sus manos sobre los creyentes, que cumplían unos requisitos para llamarlos al servicio de la obra de Dios. El crecimiento masivo de la iglesia primitiva, demandaba cada vez más tareas para los apóstoles, por lo que los apóstoles se vieron en la necesidad de convocar a los discípulos, para buscar entre ellos a los hombres que se necesitaban para el ministerio. Tras ponerlos en oración y examinar sus vida, eran puestos a consideración de los apóstoles. Si les parecía bien y Dios les daba testimonio, oraban por ellos imponiendoles sus manos.
Según el libro Los Hechos de los Apóstoles describe otras acciones por las que los cristianos primitivos también imponían sus manos: para bendecir, para consagrar ofrendas, para ordenación al servicio de Dios, para sanar, para ministrar el Espíritu Santo, y para hacer cumplir la Ley.
En las iglesias bautistas, se lleva a cabo después de ser bautizado el creyente. En algunas iglesias evangélicas se reserva un lugar para la curación por la fe, con Imposición de manos durante el culto o durante campañas de evangelización.
Hay otras Imposiciones de manos, como en el caso del reiki. El reiki, que en japonés significa energía universal, consiste en canalizar a través de las manos una poderosa fuente de vibración, para curar enfermedades físicas o sanar emociones. Además, cualquiera puede practicarlo o recibirlo, ya que no es un don especial. Esta práctica, a pesar de contar con más de tres mil años de antigüedad, cayó en el olvido hasta que fue rescatada en 1920 por el doctor Usui, un monje y catedrático japonés al que se considera el primer maestro reiki.
Al igual que la acupuntura o el shiatsu, esta técnica parte de la tesis de que el ser humano, es todo energía, afirmación que comparte aspectos con la física cuántica. El reiki sostiene que cuando la energía se bloquea, se produce una enfermedad. La Imposición de manos en la zona donde la energía ha quedado taponada, sirve para disolver ese nudo que impide que la energía fluya y así devolver el equilibrio al organismo.