HP ha decidido entrar en el mercado de la impresión en 3D con la creación de una nueva impresora, Designjet 3D, que produce objetos sólidos, creados en programas de diseño en tres dimensiones (software CAD). La tecnología usada se basa en la extrusión por capas de plástico ABS que es el consumible que usará la impresora. En el fondo más que impresión (2D) deberíamos hablar de producción de prototipos o modelos (3D), una incipiente área de negocio que puede crecer mucho en los últimos años. Para la española Guayente Sanmartín, directora de marketing de impresión en gran formato a nivel mundial de HP, y responsable de la evolución de este negocio, “en un tiempo este mercado será tan grande o más que la impresión en 2D”. Una cifra estimada de negocio que puede rondar los 3.000 millones de euros.
Este mercado se encuentra muy atomizado con empresas pymes por todo el mundo. HP pretende ganar en cinco años una gran cuota en ese mercado basándose en la calidad del producto presentado y su simplicidad de uso lo que sin duda lo popularizará. Se estima que en la actualidad existen 2,5 millones de usuarios en el mundo que usan esta tecnología con sistemas de producción más complicados. HP tiene un conocimiento del cliente porque éstos son usuarios de la impresión en gran formato, donde la firma norteamericana tiene una cuota de mercado del 90%. Los arquitectos y diseñadores industriales son los usuarios más habituales de esta tecnología que esperan expandir a otros mercados como el médico o el consumo para producciones limitadas.
Sus ventajas sobre la competencia las cifran en una gran estructura de ventas, la calidad y usabilidad del producto para el que no se requieren conocimientos previos, con unos costes muy ajustados (un objeto complejo puede costar unos 20 euros) y en tiempos reducidos.