En el parque nacional de Mikumi, en Tanzania, hace ya tres años, en 2009, que se vio un joven león con un lazo de alambre en el cuello. Por desgracia es una práctica habitual de los cazadores furtivos el colocar lazos para cazar animales.
Después de tres años el lazo se había incrustado en la piel del león, lo que le producía heridas abiertas y el consiguiente riesgo de morir debido a las infecciones causadas por moscas y otros insectos.
El pobre animal se enfrentaba a una agónica muerte segura.
Sin embargo el animal pudo ser finalmente localizado y sedado. El alambre estaba ya incrustado en su carne, pero pudo ser cortado. Conforme iba creciendo el león, el alambre se le clavaba cada vez más. La herida se limpió y desinfectó.
Cuando se pudo capturar al animal, estaba tan débil que no podía cazar, sin embargo su manada le proporcionaba alimento. De lo contrario habría muerto de hambre.
La primera noticia que se tuvo sobre este león se remonta a 2009, cuando fue observado por unos turistas, sin embargo, debido a la extensión del parque nacional de Mikumi, el animal no pudo ser encontrado, a pesar de que los vigilantes y veterinarios lo intentaron en siete ocasiones.
Cuando el joven león fue fotografiado en Mayo, una campaña del Daily Mail a nivel mundial hizo que la búsqueda del animal herido recobrara fuerzas.
Los 88 vigilantes se movilizaron y rastrearon 3200 km cuadrados de extensión del parque nacional, además de solicitar la colaboración de los turistas y guías que transitaban por el parque.
Al final en Agosto se pudo localizar, pero la tarea de anestesiarlo mediante un dardo y proceder a la liberación del lazo no fue tarea fácil. El resto de la manada intentaba protegerlo.
Después de sedarlo se le retiró el alambre y se observó que en algunas partes la piel había crecido por encima del lazo. Se le roció la herida con un desinfectante y se lo proporcionó medicación para la infección. Después fue puesto de nuevo en libertad.
El pasado mes de noviembre, Gary Roberts, el fotógrafo que lo fotografió por primera vez, mientras realizaba una estancia de una semana en el parque nacional fotografiando leones tuvo un grata sorpresa.
Pudo fotografiar perfectamente restablecido al león que habían liberado.
Una historia con final feliz.
Fuente.