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En tiempos de crisis los artículos y productos a bajo precio o comúnmente conocidos como “low cost” están a la orden del día: vuelos, habitaciones de hoteles o coches. Lo que no habíamos visto aún son las clausulas de rescisión de contrato a precios asequibles, el Chori Castro, centrocampista uruguayo del R.C.D.Mallorca es el protagonista de esta curiosa historia que ha causado un revuelo importante dentro del panorama futbolístico nacional e internacional. Antes de nada, por si no lo conocéis en profundidad, este es el Chori y esta la curiosa historia:
Gonzalo Castro Irizábal, apodado “Chori Castro”, tiene 27 años y se caracteriza por ser un centrocampista técnico con mucha llegada y gol, es sin duda una de las piezas claves del conjunto balear, Caparrós lo sabe y cuenta con él de manera asidua, el uruguayo le está devolviendo grandes actuaciones y de manera definitiva está contribuyendo a la resurrección del club bermellón en esta campaña. “Chori” ha sido internacional por Uruguay y aunque no lleva excesivos goles con el R.C.D.Mallorca (19) desde que fichó hace cuatro temporadas, le está dando un toque de calidad y distinción que marca diferencias en cada partido ya sea a base de asistencias o desequilibrio.
El caso es que el 7 de Agosto de 2007 el jugador sudamericano firmó un contrato con el Mallorca por cinco temporadas, finalizando el 30 de Junio de 2012, es decir esta misma temporada, el jugador eufórico por el acuerdo nos deleitó con una de esas frases típicas en las ruedas de prensa posterior que generan como mínimo dudas y sobre todo risa “he cumplido mi sueño, soy del Mallorca desde niño”…pues vale.
La parte “graciosa” de esta historia viene cuando Pedro Terrassa, gerente por aquel entonces de la entidad, firmó el papel del contrato y en lugar de figurar los 18.000.000€ de clausula que el jugador estaba obligado a pagar por la rescisión unilateral del contrato tal y como estaba apalabrada, en el papelito por error había impreso 18.000€. A raíz de este suceso, por el cual el fantástico jugador quedaba libre a un precio irrisorio, numerosos equipos comenzaron a interesarse por él: Valencia, Betis o At.Madrid entre otros.
El documento oficial firmado por error se depositó en la Liga de Fútbol Profesional por lo que cualquier equipo podía fichar al sensacional jugador por esa cantidad, pero está claro que si nadie lo ha hecho hasta ahora es porque existe un pacto no escrito para que ello no suceda. Así el activo que tenía el club balear para sanear su deuda se ha visto esfumado por un error tipográfico de enormes dimensiones, nada más y nada menos que de tres ceros menos.