El hombre fue resucitado en cada ocasión y agradece la dedicación de los doctores, que lograron mantenerlo con vida durante las crisis:"Me dijeron que nunca han oído de que alguien muriera tantas veces y la única razón por la que estoy aquí es por ellos. El personal del hospital fue brillante y les debo todo", explicó al diario británico "The Sun".
Woodhall posee, tras su extraordinaria experiencia, un conocimiento de primera mano sobre la muerte. Según contó en la entrevista, morir es como quedarse dormido.
Tras los múltiples infartos, y la pérdida de más del 20% de sus funciones coronarias, el hombre logró estabilizarse y sueña con volver a jugar al fútbol.