La increíble variedad de personas en Cancún y cómo hacer amigos sin morir en el intento

Por Alfredoparedes @AlfredooParedes

Se dice que los chilangos son nacos, abusivos y mamones. Que los regios son codos, rudos y fiesteros. Que los tapatíos son guapos. Que los poblanos son mochos, fresas y de doble moral. Que los jarochos son fiesteros, borrachos y malhablados. Que los yucatecos son tercos y cabezones... ¡En todo México hay para escoger! Pero, ¿cómo es la gente de Cancún?

Antes que nada quiero aclarar que mi intención no es etiquetar a las personas, por lo que ofrezco disculpas adelantadas si mi explicación hiere sensibilidades. Te recomiendo leer este post con mente abierta y al final (si es que aguantas leer todo) me dejes tus comentarios, reclamos y elogios si los hay.

La gente en Cancún. De chile, mole y dulce

En Cancún hay de todo porque aquí vivimos personas de prácticamente cada rincón de México y muchos extranjeros. La gente originaria de Cancún es muy práctica y los clasifica en 2 grandes grupos: Los locales y los foráneos. La variedad es tan grande, que me tomaría mucho tiempo describir a cada uno, por lo que sólo hablaré de aquellos con quienes he tenido contacto.

Los cancunenses, locales o quintanarroenses

A las personas de Cancún se les dice cancunenses, benitojuarenses o más general, quintanarroenses. Si nos referimos a las personas de la región, es muy común englobar a todos en "yucas". Pero "yuca" es despectivo para los yucatecos, por lo que ya tenemos el primer problema y lo mejor es no decirles de ninguna manera o simplemente "cancunenses". ¡Se trata de hacer amigos, no enemigos!

En mi experiencia, los locales (personas originarias de Cancún o de la península de Yucatán) han sido los más difíciles. Desde su manera de hablar hasta su desinterés por su trabajo y mente cerrada en general, hasta su completa libertad de hacer lo que les venga en gana, son para mi algo digno de mencionarse. Mi primer contacto con cancunenses fue dando clases en la universidad. De entrada no pude evitar reír al pasar lista porque tienen apellidos impronunciables para mí. Combinaciones como Balam Tec, Mool Naal, Dzul Balam, Dzib Ek... Me daba vergüenza no saber cómo pronunciar... ¡luego me dio risa! Obviamente a algunos les ofendía, pero estoy seguro de que también hubieran reído al conocer los apellidos tlaxcaltecas (de donde soy), así que no me sentí tan mal.

Mis impresiones de los cancunenses:

  • Son desconfiados. Para que acepten algo, se los tiene que decir otro local o alguien que consideren digno de hacerle caso. En 2 años que tengo viviendo en Cancún, es difícil que los locales crean en ti o te confíen algo. Ni qué decir cuando se trata de asuntos de trabajo. Pareciera que tienen que comprobar una y otra vez que lo que les dices es cierto y, a pesar de que lo han comprobado, siguen dudando de ti. No sé si el problema sea yo, pero he visto la misma expresión de "¿Será cierto?" en cada cara cancunense que he conocido. Debes tener mucha paciencia para lidiar con eso.
  • Da la impresión de que no les importa nada. Así lo percibí tanto en la escuela como en el trabajo. Todavía no sé si porque la vida es "más fácil" en Cancún o porque simplemente es parte de la todavía naciente cultura local pero los cancunenses son en general desinteresados. Se lo atribuyo a lo joven y diversa que es la ciudad, por lo que no hay un arraigo cultural, de costumbres ni prácticamente de ningún tipo. Lo que les entra por un oído literalmente les sale por el otro. Un recepcionista de hotel puede llevar años en su trabajo, pero siempre comete los mismos errores o quiere que otro le resuelva sus problemas. Si le explicas y te entiende no creas que ya la libraste. ¡Tendrás que explicarle una y otra vez o incluso hacerle el trabajo! Y si un mal día no le ayudas para él o ella tú estás mal, eres un enojón que no sabe nada, te acusan y a veces hasta te meten en problemas. Con el tiempo aprendí que lo mejor es (tristemente) darles por su lado y continuar con nuestros asuntos. Ya sabes lo que decía la abuela "a palabras (y actitudes) necias, oídos (y actitudes) sordos".
  • Pueden ser tus mejores amigos. Sí, ya les eché un poco de tierra a los cancunenses, pero por favor no se ofendan pues sólo fueron mis impresiones (y de otros amigos) cuando llegué a Cancún. Por lo demás, ¡te puedes divertir increíblemente con ellos! Te invitan a fiestas y cuando hay más confianza, incluso pueden volverse tus mejores amigos y podrás aprender y beneficiarte de esas "mañas" que al principio vas a odiar pero amarás al final. También son tus mejores guías y consejeros. Nadie conoce este paraíso mejor que ellos, por lo que te aseguro que serán tus aliados para hacer de tu vida en Cancún algo más llevadero, agradable y soportable en tus momentos de soledad. Cuando les generes la suficiente confianza, ¡los cancunenses serán los que te mantengan a flote! No importa si hiciste amigos provenientes de otros lugares, siempre está la posibilidad de que se vayan pero los cancunenses se quedan aquí contigo.

Alberto L. fue el primer amigo cancunense que tuve. Me sorprendió su confianza hacia mí desde el primer día. Después de 2 o 3 reuniones, él me introdujo con su grupo de amigos, el cual fue cambiando y creciendo al paso de 2 años. Me invitaba a cada fiesta o reunión que podía aunque yo no siempre pude ir. Su casa era mi casa cuando terminábamos borrachos después de una fiesta, así que también me cuidó para no manejar así o de que algún taxista me asaltara. A él le debo las demás amistades que he hecho en Cancún. Hoy vive en España y en mi corazón.

Bernardo. Es el amigo cancunense amante del sol y otros placeres, perfeccionista por excelencia. Todo lo que necesito saber de Cancún, desde lo más efímero hasta lo más serio, me lo dice Bernardo. Él es el amigo de las reuniones, los consejos (sabe mucho sobre autos) y de los tips para sacarle todo el provecho a vivir en Cancún. Tan atento es, que incluso me ha dicho cuando los zapatos que traigo no van con mi "outfit" (aunque a mi me vale jajaja, pero se le agradece. Incluso me hizo notar un error de escritura en este blog...) Este tipo de amigos es muy apreciable y necesario. ¡Encontrarás al tuyo cuando te decidas a venir!

Chilangos en Cancún

¡Abundan! Al igual que en prácticamente todo el país. Este paraíso no se salva de la marabunta chilanga. Por supuesto que vienen capitalinos (como ellos se auto nombran) de todo tipo. Desde los más cerrados que se pasan la vida con nostalgia, comparando y diciendo que el ex D.F. es mejor en todo; delincuentes callejeros que vienen a hacer de las suyas; hasta profesionistas de excelente nivel, personas que vienen a invertir o chilangos que simplemente eligieron a Cancún para vivir y desarrollarse profesionalmente, colaborando para que este destino sea mejor con ellos.

Si eres originario de Ciudad de México, vivir en Cancún te será fácil porque hay muchos paisanos tuyos que te pueden ayudar en lo que necesites, desde el punto de vista al que están acostumbrados (léase el párrafo de arriba jajaja). Pero si eres mexicano de cualquier otro lugar del país o eres extranjero, debes saber que en Cancún te vas a encontrar con muchos chilangos. Yo conozco a 5, no todos se conocen entre sí, pero en mi vida son una ensalada de sabores.

  • El típico chilango citadino, trabajador, gracioso y bonachón. A este amigo lo conocí en mi actual empleo. Al principio y como en todo, la relación era de absoluto respeto, seriedad y protocolo... algo aburrida, pues. Pero cuando hubo confianza... ¡las risas y los buenos momentos no han parado! Mau es diseñador gráfico, originario del ex D.F. (hoy CDMX) y ya lleva tiempo viviendo en Cancún. Al igual que yo, todavía se queja de la comida de aquí (ambos decimos que casi no tiene sabor. Si quieres saber a qué me refiero, pronto publicaré una entrada del blog en donde hablo de la comida de Cancún) y nos quejamos del calor, aunque él ya lo tolera mucho más que yo. Mau es el típico chilango gracioso, el buen amigo, medio "godínez". Es platicador, del tipo de personas que te cuentan sus historias y experiencias... es un chilango chorero de esos que (a pesar de ser chilango jajaja) no lo quieres matar y siempre te cae bien. Y como Mau hay muchos. Estoy seguro de que cuando te decidas a vivir en Cancún, encontrarás a un chilango tan buena onda como mi amigo.
  • El chilango del acento marcado. Ya sabes, se resisten a dejar el tono de "Nacasia y Nacaranda". Alberto G. es un excelente chilango que conocí en Cancún. Es trabajador y buen amigo. Trabaja en hotelería atendiendo a los huéspedes y le va muy bien. Cuando conversa con Ari (otra amiga chilanga) es música de nacolandia directo a mis oídos. Alberto no deja de comparar lo que hay en Cancún con lo que tenía en el D.F. Se le nota la nostalgia por las cosas que dejó allá. Lo que lo mantiene firme es algo que ha dicho en varias ocasiones y que es inspirador: "No podría darme esta vida si me hubiera quedado en la ciudad". Tan bien le va, que apenas regresó de sus vacaciones en Canadá...
  • El chilango fresa. Christian es un nuevo amigo, lo conocí más o menos 2 meses antes de escribir este post. Es el típico chilango "posón". Dice que nunca ha comido tacos de suadero y también trabaja en hotelería. Le va muy bien y Cancún le ha servido para ampliar su visión de las personas a su alrededor. Sigue siendo el típico chinalgo que cree que todo en el D.F. es mejor, pero en Cancún encontró una oportunidad de mejorar su vida y está contento. Es el amigo de las salidas al cine, las fiestas y las reuniones. Es el que siempre dice "sí" cuando se trata de reunirse con los amigos.
Argentinos en Cancún

Nunca en la vida creí tener como amigo a un argentino. Menos por la fama negativa que tienen. Admito mi prejuicio pero culpo de él a la carga cultural jaja... En Cancún y Playa del Carmen viven muchos argentinos. Muchos son legales y muchos más, no. Ramiro es una amistad que llegó casualmente el 15 de septiembre de 2015. Alberto L. me lo presentó en una reunión para celebrar el día. Desde ahí tuve toda la confianza de molestarlo con su acento al hablar (al calor de las copas ya nada importa). Y a partir de ahí se ha convertido en mi mejor amigo en Cancún. A pesar de ser argentino (jajaja), congeniamos mucho porque podemos hablar de cualquier cosa, nos gusta la música, el arte (a él más que a mí), las cosas culturales y hasta me cuida y aconseja en cómo hacerle para flotar y nadar cuando estamos en el mar, porque no sé nadar. Lo sorprendente de Ramiro es que se queja de los demás argentinos "porteños" (los capitalinos de Buenos Aires) por lo chocantes que son.

Por supuesto que no faltan las diferencias en el idioma a pesar de que compartimos el español. Es increíble la cantidad de palabras diferentes que usan para nombrar muchas cosas. Con todo, Ramiro también me enseñó a tomar, preparar y apreciar un poquito el mate, aunque no lo tomamos mucho. Estoy seguro de que él también ha aprendido muchas cosas de nosotros los mexicanos. Tan es así que hace 2 días (1 de noviembre 2017), él estaba enviando mensajes de voz por Whatsapp a su hermana en Argentina, con información acerca de las ofrendas del día de muertos, sus componentes, significados y simbolismos. Minutos más tarde, su hermana nos envió la versión argentina de ofrenda que montó en casa con las instrucciones de Ramiro. ¡Le quedó increíble! Cuando me reúno con mi grupo de amigos, es verdaderamente bueno ver la mezcla y enriquecimiento cultural que hoy tenemos, gracias a esta amistad. Pero ¿saben quién nos unió realmente a Ramiro y a mí? ¡Cancún! Aunque él llegó un año antes que yo, nos encontramos aquí y aquí seguimos.

Los otros extranjeros y mexicanos en Cancún

Un día puede llegar a tu grupo de amigos algún puertorriqueño que no volverás a ver. También alguien de Venezuela que no pudo encajar en tu grupo. Un cubano que salió de su país buscando una vida mejor o muchos mexicanos de todos los rincones que vinieron, se quedaron o se fueron. Cancún nos acomoda a muchos pero no es lugar para muchos otros.

Hacer amigos en Cancún

No es algo difícil si tienes tus objetivos claros. ¿A qué vienes a Cancún? Si te concentras en tus metas todo lo demás es ganancia para ti. Entonces con la mente abierta, sin mayor armadura que tus valores y convicciones, hacer amigos en Cancún será cosa fácil. Con una variedad tan amplia de personas a veces es difícil congeniar y acomodarse en un grupo. Es peor si tu grupo de amigos cambia de integrantes constantemente (recuerda que muchos vienen a Cancún un tiempo y luego se van), por lo que debes tener paciencia o de plano más de un grupo de amigos. Lo importante es socializar y convivir.

Sin importar nuestra ciudad o país de origen, en Cancún todos somos foráneos y locales al mismo tiempo. En mi grupo de amigos hay de todo: Christopher que lo conocí en Puebla y más o menos 10 años después nos volvimos a ver (sin ti no hubiera tomado la decisión de vivir en Cancún ¡GRACIAS!), Jorge que es de Durango, Chuck de Chiapas, Priscila de Puerto Vallarta (aunque es caso especial porque es "pocha" y no le entiendo cuando habla inglés jaja), Eli de Guadalajara aunque ahora vive en Francia, Aldair y Manuel que son de Cancún (y con quienes he tenido muchas de mis mejores salidas), Leo que es de Chiapas (y sus fiestas son me-mo-ra-bles) y Alex que también es Chilango (y casi no lo veo pero lo aprecio mucho por su calidad humana). No todos se conocen entre sí, pero todos aportan algo bueno a mi vida.

Una ventaja de tener varios tipos de amigos y en general de conocer varios tipos de personas, es el crecimiento personal que obtienes. Cancún es un excelente lugar para poner a prueba tu tolerancia, capacidad de adaptación y respeto a una variedad de costumbres y maneras de pensar tan diferentes a la tuya. Preparar una simple comida con amigos como los míos, a veces a sido una experiencia tipo "los juegos del hambre". El argentino no come chile, al chilango le encanta el pan, el cancunense prefiere preparar su comida, el de Durango sólo dice que sí (o no dice nada) y yo no como azúcar. ¿Cómo preparas una comida en la que todos estén a gusto? ¡Es bastante divertido!

Todos somos Cancún

En Cancún todos somos extraños, todos somos amigos, todos estamos solos, todos somos hermanos, todos vienen, muchos se van y pocos se quedan.

Las personas en Cancún somos muchas cuando la temporada turística es alta. Somos muy pocos cuando la temporada es baja. Desde la hermana república de Yucatán y hasta de Croacia (como la chica que es guía de esnórquel en donde trabajo), miles de personas vienen a Cancún y miles se van. Muchos regresan y muchos no quieren volver. Hay mucha gente alegre y también triste... no te confundas porque lo que intento decirte es que Cancún es para todos, aunque no todos son para Cancún. Cancún tiene algo para todos, pero no todos pueden o quieren recibir lo que Cancún les da.

Desafortunadamente muchas personas vienen a buscar una mejor vida a Cancún pero también se traen sus problemas. Siento que es muy importante que al tomar la decisión de vivir en Cancún, la mayor fortaleza debe ser mental para pensar fríamente y hacer eso por lo que venimos. La soledad y la tristesa son dos cargas muy pesadas que no superan muchas personas que vienen a Cancún. Echar de menos a tu familia, la comida de tu ciudad, tus amigos de toda la vida... prácticamente volver a comenzar no es nada fácil pero la fortaleza viene sólo de ti. Si te decides a vivir en Cancún, debes ser consciente de que hay una posibilidad de que las cosas no funcionen, pero debes estar seguro de que en este Cancún de tantas personas tan diferentes, podrás hacer por lo menos un muy buen amigo que te apoye y con el que te identifiques y eso es invaluable. Ahora dime ¿Cancún es para ti? Espero tus comentarios.

¡Hasta la próxima!