La indecencia de recortar en sanidad y educación para gastarlo en clubes de fútbol

Publicado el 03 febrero 2013 por Aposilio @aposilio

La Generalitat Valenciana destina 120 millones de euros para salvar al Valencia, Elche y Hércules mientras deja de pagar las medicinas y reduce drásticamente las inversiones sociales


Fuente: el país.com

Aunque los ciudadanos de este país ya están curados de espanto, la capacidad de los políticos para sorprenderlos con decisiones impúdicas y perjudiciales no deja de crecer. En esta ocasión le ha tocado el turno a los responsables de la Generalitat Valenciana, a quienes no les ha temblado el pulso para llevar a cabo brutales recortes en los servicios sociales más necesarios, así como en Sanidad y Eduación, mientras que se han gastado 120 millones de euros en salvar al Valencia, Hércules y Elche de una casi segura desaparición. Estas decisiones políticas ratifican la opinión generalizada de que las autoridades políticas de este país asumen unas prioridades claramente equivocadas, pues no tiene ninguna lógica que esta Comunidad haya realizado recortes en el último presupuesto de más de mil millones de euros y ahora se gaste más del 10% de esa cantidad en el privilegiado balompié.
Aunque la historia viene de lejos, ha saltado recientemente a los medios de comunicación porque la Generalitat va a tener que afrontar un gasto de 86 millones de euros a Bankia por haber avalado, a través del Instituto Valenciano de Fianzas (IVF), un crédito para que la Fundación del club che se quedara con el 70% de las acciones que la entidad deportiva sacó en la última ampliación de capital realizada en el 2010. Con esta medida, el Gobierno regional impedía la quiebra del club blanco y, de paso, dificultaba hasta el máximo que la entidad cayera en manos de un tiburón. Bankia ya ha solicitado a la Generailitat la ejecución del aval, pero están presionando a la entidad bancaria para que renueve el préstamo y así aplazar el abono de esos 86 millones de euros. Vamos, que si el ejecutivo valenciano no hace frente a esa obligación, serán la nacionalizada Bankia la que volverá a soportar el impago, mientras saquean a sus accionistas y poseedores de preferentes. Todo un ejemplo de justicia bandolera. Porque resulta que no sería la primera vez que esto sucede, pues la entidad que absorbió a Bancaja ya amplió anteriormente el préstamo inicial de 75 millones de euros a 81, para incluir la carga financiera, con la consiguiente ampliación del aval. Ahora, la Generalitat pretende algo parecido, no afrontar el pago y seguir ampliando la deuda.

Fuente: vavel.com

El problema se agrandó por la nefasta gestión del Gobierno valenciano que dirigía Francisco Camps, puesto que hace tres años, cuando el Hércules ascendió a Primera división, pidió un préstamo de 18 millones a la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM), que fue avalado por el IVF. Como el club alicantino no pudo hacer frente al montante del préstamo, la CAM, ahora perteneciente al Banco de  Sabadell, ejecutó los avales y la Generalitat tuvo que poner los 18 millones, con lo que pasó a ser dueña del 65% de las acciones del Hércules, que está en concurso de acreedores. 
Esto mismo ha pasado con el Elche, puesto que el Gobierno Valenciano posee el 40% de las acciones del club al ejecutar igualmente el Banco Sabadell dos créditos que había avalado el IVF por un valor de 14 millones de euros. Esto, además, es una ilegalidad, puesto que la Ley de Sociedades Anónimas Deportivas prohíbe que una misma persona o entidad jurídica posea más del 5% de las acciones de dos clubes que formen parte de la misma competición. Y, hoy por hoy, Hércules y Elche están en Segunda división. ¿Y se imaginan que pasaría si llegara el final de esta Liga con el Elche ascendido a Primera y el Hércules luchando por la permanencia y tuvieran que jugar entre ellos?. Solo el Levante ha sido cumplidor, ya que el Gobierno valenciano también le avaló a través del IVF un crédito de varios millones de euros y, hasta el momento, ha afrontado el pago en todos sus plazos.

Fuente: sportmurcia.net

Y toda esta indecente gestión, que no solo le está costando el dinero a los valencianos, sino también al resto de españoles, es obra del primer Ejecutivo autonómico que pidió el rescate al Gobierno central, ya que hasta la intervención del Ejecutivo de Rajoy  no tenía dinero suficiente para pagar los medicamentos que toman sus ciudadanos. De hecho, los 118 millones que ha puesto para sus clubes de fútbol son cuatro más de los que los farmaceúticos de esa comunidad recibieron a finales del año pasado para desconvocar la huelga que habían iniciado en noviembre ante la enorme deuda de 450 millones que las arcas de la comunidad acumulaban con estos profesionales, lo que había llegado a provocar falta de suministro de algunos fármacos esenciales.
Pero es que, además, la Comunidad Valencia lidera la vergonzosa lista de regiones con mayor número de niños estudiando en barracones, con más de 750 instalaciones de estas características repartidas por las tres provincias, mientras que los recortes en Sanidad están afectando a cosas tan elementales y necesarias como pruebas diagnósticas tales como las resonancias. Eso sí, los directivos de esos clubes siguen disfrutando de la libertad de invertir los millones que les de la gana en fichar a estrellas o jugadores contrastados muy lejos de cobrar lo que un mileurista. Quizá la solución pase por que vendan sus principales activos, que son sus jugadores, para obtener recursos y no tengan que ser los ciudadanos de esta comunidad los que afronten con el aumento de sus impuestos la deshonesta gestión de sus políticos. Ahora bien, el castigo que se merecen esta impresentables autoridades debe ser en las urnas.