La indecencia de un padre

Por Titiroca

Hoy he vivido muy de cerca la indecencia de un padre. Y la verdad es que no puedo entender ciertos comportamientos tan aberrantes y vergonzosos de un padre hacia sus hijas. Se escapa de mi comprensión.

He visto como un padre reía tras escuchar en un juicio la posibilidad de una bajada de pensión de sus dos hijas a 200 míseros euros. Estaba contento y se regodeaba y jactaba demostrando con ello lo miserable, psicópata y egoísta que es.

Lamentable y patético espectáculo! ¿Qué mente perturbada puede alegrarse de no tener que ocuparse de sus hijas? Sin duda alguien que no las quiere pero ¿cómo puede un padre no querer a sus hijas? OMG!! Será cosa de psicópatas y personas miserables....

La indecencia de un padre

La decencia es la honradez y rectitud que impide cometer actos delictivos, ilícitos o moralmente reprobables.

La indecencia de un padre se corrobora cuando utiliza a sus hijas aprovechándose de su vulnerabilidad y condición de menores. Evidenciando de este modo su moral inexistente, su falta de principios y su complejo de inferioridad. Y no hay nada peor que un acomplejado!!! Doy fe.

La indecencia de un padre se observa cuando al haber sufrido y superado un problema de salud grave exagera su estado físico para dar pena, lo cual funciona muy bien, aunque para dar pena solo baste con fijarse en cómo es de despreciable. Sin embargo es cuestión de tiempo que el resto sea consciente de que fue únicamente debido a una vida de excesos y adicciones, pero vamos, supongo que influye la educación recibida ya que a su propio hermano le sucedió exactamente lo mismo.

Se palpa también cuando amenaza con pedir la custodia de sus hijas cuando no es capaz ni de mantenerlas afectiva ni económicamente ni tiene pretensión alguna. ¿En qué quedamos? ¿Si no las quieres para qué quieres que estén contigo? ¿Para hacer daño a la madre?

La indecencia de un padre se hace patente cuando no sabe ni calmar a su hija de dos años que llora y la devuelve a casa de su madre como si fuera un muñeco o algo de lo que cuando te cansas o te incomoda puedes devolverlo y dejarlo de lado. ¡Grotesco!

Además, se ve cuando el padre no cumple con el régimen de visitas porque no le da la real gana o cuando pretende que sus hijas bajen su nivel de vida para no trastocar el suyo. Esto solo hace que me reafirme en que hay personas que no deberían ser padres.

Por suerte, tarde o temprano todo se supera y sale a la luz, y ganar una batalla no es ganar la guerra. Y la indecencia de un padre puede suplirse con una familia de las de verdad, de las que nunca te dejan tirado, las que dan hasta la vida por ti y quieren a tus hijas como si fueran suyas.

Así que puede tal vez que ese padre hoy esté feliz porque no tiene que esforzarse en ser un buen padre... hasta que llegue un día, ESE DÍA, en que sus hijas sepan cómo es y cómo actúa su padre. Ese día reiré, como hoy le he visto reír.