Los lobos con piel de cordero han logrado engañar a muchos durante años ante la pasividad de los políticos, y lo que es peor, el adoctrinamiento durante años en las aulas ha manipulando nuestra historia y promovido el odio a todo lo que huele a español. Tanta inquina hacia nuestra patria no les deja ver el infierno que se les vendría encima si la independencia llegara a consumarse y el precio tan alto que tendrían que pagar todos los catalanes por el loco sueño de unos pocos y que sin duda repercutiría en todo el Estado Español.
En segundo lugar tendrían que asumir la deuda pública proporcional a su participación en el PIB, como ha ocurrido en todos los procesos de separación en Europa y además, su moneda perdería el 30% de su valor frente al euro, lo que llevaría a la quiebra del nuevo Estado y la ruina de familias y empresas catalanas endeudadas en euros.
En tercer lugar los 1,68 millones de jubilados catalanes verían reducidas sus pensiones en más de un 20%, por no hablar de los más que probables corralitos que tendrían lugar unos meses después de la "pseudoindependencia". Esto lo podemos deducir simplemente leyendo los análisis de expertos en economía de una Cataluña independiente. Si los catalanistas conocieran la verdad, que increíblemente ni Gobierno ni Banco de España han explicado, cambiarían de opinión la inmensa mayoría y de manera inmediata. En estos días hemos visto salir huyendo a bancos, empresas gordas y no tanto, concretamente 524, ¿los ciudadanos podrán salir corriendo tan fácilmente?Debemos saber que Cataluña jamás ha sido independiente, al contrario de como les están haciendo creer, y que esto solo se conseguirá evitando la manipulación de los hechos históricos y empezando a controlar lo que los niños estudian en los colegios españoles, que no solo se adoctrina en Cataluña. Si España no estuviera dividida en naciones de naciones dentro de otras naciones y no tuviéramos que mantener a tanto cargo político, otro gallo nos cantaría. Cuando las cosas no se quieren arreglar es porque peligra el sueldo de muchos y eso no conviene. De nuevo el sentido común brilla por su ausencia así como la opinión de los ciudadanos.