A LAS OVEJAS SE LAS PUEDE ESQUILAR PERO NO DESPELLEJAR. Emperador Tiberio
En estos lares dice, quien sabe, que están desapareciendo los gorriones de las ciudades por falta de alimento y la limpieza de la rue. Es algo que no pasa en la India. Allí los animales forman parte de la vida cotidiana. Quien lo desee puede introducirse en la jungla en busca del tigre y de emociones fuertes. Por el contrario, una vida más tranquila puede hallarse en las fiestas de los pueblos, para ver a los burros pintados de colores. Mucha carne que se consume es de búfala, cabra o cerdo.
Los elefantes se usan para transportar cargas, en desfiles y procesiones ataviados de gran colorido; y últimamente también para pasear a los turistas. Los camellos se utilizan para las labores del campo; lugares en los que los buitres y las aves de colores son abundantes. Con la caída del sol aparecen los murciérlagos y vuelan los loros.
Los domadores de serpientes hacen el agosto con la temida cobra. Estos "encantadores" consiguen que se yergan para el estremecimiento de los turistas. La salamandra es muy útil porque se deshace de los insectos, que están por todas partes. Hay 45 especies distintas de lagartos. Algunos de ellos de grandes dimensiones y que en algunos lugares se usan para la alimentación.
Las grandes protagonistas son las vacas. Consideradas como sagradas, se mueven con total libertad entre el tráfico de las grandes ciudades. En la India también encontraremos pavos reales y a los gritones y agresivos monos. Llama a atención la escasez de perros y el culto casi divino que se otorga a animales como la cobra, que protege de los enemigos y del mal; a la vaca, regalo de los dioses; al elefante, símbolo de la buena suerte y de la fortuna porque supera los obstáculos y las dificultades; al mono, que representa la fuerza, el conocimiento y la lealtad; y al temido tigre, símbolo nacional del país, que une la tierra, a las personas y al reino animal.