La India busca hacer historia tras lanzar este lunes con éxito su misión Chandrayaan-2 al inexplorado polo sur de la Luna, el proyecto más ambicioso hasta ahora de la agencia espacial india y que hace una semana tuvo que ser abortado.
La tensión acumulada desde entonces se transformó en euforia y aplausos cuando 17 minutos después del lanzamiento la organización de Investigación Espacial de la India (ISRO) confirmó el éxito de la operación.
“Estoy muy feliz de anunciar que el vehículo GSLV Mark III ha inyectado con éxito la Chandrayaan-2 en la órbita esperada”, anunció entre aplausos el jefe de la ISRO, Kailasavadivoo Sivan, desde el centro de control de la agencia espacial.
El lanzamiento de la misión lunar con el cohete GSLV Mark III se produjo como estaba programado a las 14:43 horas (09:13 GMT) desde la plataforma de lanzamiento del Centro Espacial de Satish Dhawan, en el sur del país, según mostró en directo la ISRO.
“Este es el comienzo de una viaje histórico de la India hacia la Luna, con su aterrizaje en un lugar próximo al polo sur para llevar a cabo experimentos científicos”, añadió Sivan, quien repitió durante su discurso la importancia de este “día histórico” para el país.
De tener éxito, el Chandrayaan-2 convertirá a la India en el cuarto país miembro del club de naciones que tocaron la Luna, una hazaña lograda anteriormente por Rusia, Estados Unidos y China, y el primero en posarse en el polo sur del satélite.
Más allá del tono eufórico, Sivan recordó lo complicado de la operación y cómo durante la madrugada del pasado lunes, cuando faltaban 56 minutos para el lanzamiento, éste tuvo que ser abortado por un problema en el sistema del vehículo de lanzamiento que, aclaró, fue resuelto en las siguientes 24 horas.
Compuesto de una sonda que orbitará alrededor de la Luna, un módulo de alunizaje y el vehículo lunar propiamente dicho, esta misión toma el testigo de la Chandrayaan-1, lanzada en 2008 y que logró hacer más de 3400 órbitas alrededor del satélite.
La agencia espacial espera ahora que la aeronave se pose sobre la superficie lunar dentro de “48 días”, después de recorrer los 384 000 kilómetros que separan la Tierra de la Luna, con el objetivo de descubrir más sobre la composición mineral del satélite y la presencia de agua.
“Chandrayaan-2 es único porque explorará y estudiará el polo sur de la superficie lunar, nunca explorada por otra misión en el pasado”, celebró el primer ministro indio, Narendra Modi, en su cuenta oficial de Twitter, seguro de que esta misión aportará “nuevos conocimientos sobre la Luna”.
La India vivió como una cuestión de orgullo nacional este lanzamiento, a pesar de que el país asiático cuenta ya con uno de los programas espaciales más activos del mundo y comenzó a colocar satélites en la órbita terrestre en 1999.
“Nos causa un gran orgullo ver cómo nuestro programa espacial progresa a pasos agigantados”, reconoció a Efe el ex jefe de la ISRO G. Madhavan Nair, uno de los nombres más populares de la carrera espacial india.
Nair, que dirigió la agencia espacial entre 2003 y 2009 y estuvo detrás de la primera misión india a la Luna, avisó sin embargo de que el alunizaje es una misión muy compleja.
De finalizar con éxito “situará sin duda a la India como una de las potencias espaciales”, sentenció el ex jefe de la ISRO.
Los logros de la agencia espacial india se acentúan si se tiene en cuenta que contó con un presupuesto en 2017-18 de unos 1176 millones de euros (1320 millones de dólares) frente a los 17 401 millones (19 527 millones de dólares) en 2019 de la NASA, unos recursos limitados que no han impedido que la organización india se haya ganado a pulso una reputación favorable.
Sus misiones a la Luna y Marte, así como sus económicos lanzamientos de decenas de satélites al mismo tiempo, han contribuido a que muchos países elijan a la nación asiática para poner en órbita sus aparatos de tamaño reducido.
Entre los próximos objetivos de la ISRO están el poner en órbita su propia estación espacial, misiones a Venus o el Sol y su primer envío tripulado al espacio.