Nadie le entendió cuando fue detenido por hacer pintadas en las paredes. Ni cuando le miraron a los ojos y le obligaron a limpiarlo todo. Nadie entendió que con sus grandes manos sólo fuese capaz de escribir versos en las paredes.
Nadie le entendió cuando fue detenido por hacer pintadas en las paredes. Ni cuando le miraron a los ojos y le obligaron a limpiarlo todo. Nadie entendió que con sus grandes manos sólo fuese capaz de escribir versos en las paredes.