EL AUTOR ENTREVISTA AL EDITOR
Os ofrecemos una interesante entrevista al editor Ignacio Méndez-Trelles Díaz realizada por el autor del libro Guillermo de Miguel.
Guillermo de Miguel. Ignacio, ¿puedes hablarnos de MASONICA.ES?
En estos años de intenso trabajo hemos descubierto que la masonería tiene mucho que decir al mundo, y que esto se puede hacer desde un plano de total naturalidad, vigencia y rigor, sin tintes misteriosos ni secretos tontorrones. La masonería es fundamentalmente una sociedad de pensamiento que alberga muchas sensibilidades intelectuales y espirituales. Su aportación al mundo a través de sus miembros ha sido enorme y hoy en día debe seguir haciéndolo con los medios de la sociedad actual, que son infinitamente superiores a los de siglos —e incluso años— atrás.
A día de hoy MASONICA.ES ha editado cerca de 200 libros en los que son los propios masones los que explican a la sociedad lo que es la masonería desde todos sus ángulos, modos y manifestaciones. La masonería se puede expresar en forma de ensayo, de novela, de verso, de teatro, de rituales, de estudios sociológicos, de debates filosóficos… Y todo eso, todo ese torrente de conocimientos e información, es lo que MASONICA.ES recoge en sus libros, empleando una nueva estética de la masonería que, sin renunciar a la tradición, muestra una imagen mucho más seria y clara ante ese mundo que históricamente nos ha contemplado con cierto recelo.
GdM. Me gustaría preguntarte, querido Ignacio, qué es lo te llevó a aceptar la publicación de La iniciación de Mowgli? IMT. Como te decía, la masonería se expresa a través de múltiples formas. Y una de las más hermosas, a mi entender, es la de la literatura. Kipling es quizás el máximo exponente de esa encantadora manera de manifestar los valores masónicos a través de la literatura. Toda su obra rezuma la esencia masónica, que no es otra que la búsqueda de los valores más nobles y elevados del ser humano.
Cuando vi este manuscrito por primera vez, me sentí rápidamente atraído por su audaz título. Y he de confesar que en un primer momento pensé encontrarme con una obra que solo a base de muy buena voluntad e imaginación conseguiría relacionar el concepto de iniciación masónica con la trama literaria de El libro de la selva. El caso es que avanzando en la lectura de la obra me di cuenta de que gracias a un inteligente juego de paralelismos que haces entre tu propia iniciación y la de Mowgli, efectivamente uno llega a reconocer perfectamente el entramado de la logia que Kipling consigue pintar con tinta invisible en su archiconocido Libro de la Selva. Realmente creo que el libro sorprenderá a quien lo lea. Si no es masón porque se encontrará con todo un mundo de sugerentes vivencias totalmente sorprendentes en relación con lo que probablemente se esperaba de la masonería; y si es masón, por el disfrute literario que le supondrá reencontrar esa inolvidable lectura de juventud de Kipling dentro del ámbito de su propia experiencia iniciática.
GdM. El ensayo no es un género muy seguido por los lectores, y versa sobre masonería. A pesar de eso, habéis apostado por el proyecto. IMT. MASONICA.ES no es una editorial meramente comercial, ni busca obras al estilo best-seller, con sus dosis de sexo, violencia y lujo. Lo que buscamos, por el contrario, es la obra sensible, cálida, profunda, reflexiva, íntima, reveladora… Y este libro, a mi entender, lo tiene todo. Libros como éste hacen que los masones redescubramos cosas genuinamente nuestras, al tiempo que de una forma evocadora enseñan lo que somos los masones a los que no lo son. Ojalá podamos publicar muchos libros más como éste.
Sabemos que esta clase de obras no está dirigida al gran público. Es más, sabemos que el público objetivo de estas publicaciones es realmente reducido, como también lo es el público de la poesía. Si todos los editores nos atuviéramos a criterios comerciales, la poesía, por ejemplo, habría desaparecido hace tiempo o, lo que es peor, quizá ni siquiera hubiera nacido.
Yo he dicho muchas veces a los autores que nunca se desanimen por las cifras de ventas, porque recibirán otro salario que es mucho más gratificante: el de la culminación material y pública de su trabajo, una piedra cúbica más perfecta que la que pueda crear el simple emolumento económico, por otra parte nunca demasiado importante en el mundo de la cultura.
GdM. El prólogo de Amando de Miguel, católico reconocido, y buen amigo, introduce un punto de contraste interesante, ¿verdad? ¿Te ha sorprendido? IMT. En realidad no me sorprende tanto. Yo he conversado con muchos intelectuales y personajes que por alguna extraña lógica pudiéramos pensar repudian la masonería, tal vez por el simple hecho de ser reivindicativamente católicos, y siempre me han sorprendido por la respetuosa consideración que tienen hacia la masonería. Quizás la condena más reiterativa que le hacen, desde el cierto desconocimiento que suelen tener del tema, sea su falta de vigencia en la sociedad de la información en la que vivimos.
Cualquier persona de una cierta preparación con la que hablemos nos sorprenderá por el concepto que tienen de nosotros, los masones. En realidad son mucho más respetuosos de lo que puede parecer a primera vista. En algunos países, como España, hemos sido tan vituperados, tan aniquilados socialmente (Francisco Umbral decía que los masones fueron para Franco lo que los judíos para Hitler), que aún hoy muchos masones siguen creyendo que todo el mundo nos detesta. Pero están equivocados.
Los antimasones de hoy en día no son solamente antimasones. Son antidemócratas, prohibirían la democracia si estuviera en su mano; están en contra del divorcio, de los derechos de los homosexuales, de las mujeres solteras, de que votemos, de que exista Internet, de la igualdad del hombre y la mujer… En definitiva, son anti-todo, con la suerte de que viven en una sociedad que les tolera todo lo que ellos condenarían incluso a muerte, como hicieron cuando pudieron. Si alguien preguntara por algunos antimasones famosos, sin dudarlo todo el mundo diría: Hitler, Mussolini, Stalin, Franco… Si alguien preguntara por algunos masones famosos, cualquiera podría reconocer como tales a Mozart, Goethe, Alexander Fleming o George Washington. Hay una clara diferencia entre unos y otros, me temo.
Es patético también el desconocimiento absoluto que las propias celebridades antimasónicas tenían de lo que es la masonería. Amando de Miguel cita, por ejemplo, en su prólogo que en aquellos tiempos (los de Franco) solían leer el famoso poema de Kipling «If» porque era uno de los favoritos de José Antonio Primo de Rivera, olvidándose o desconociendo que Kipling siempre fue una de las principales cabezas visibles de la masonería mundial. Por no hablar del reconocimiento que siempre dispensó el régimen franquista a figuras como Churchill, masón, o a cómicos como Cantinflas, uno de los masones más representativos de la historia.
GdM. ¿Con qué te quedas de La Iniciación de Mowgli, qué poso te ha dejado? IMT. De este libro destacaría, por una parte, la capacidad que tiene de mostrar una masonería muy humana y asequible para cualquier persona; y, por otra, la de conseguir «desenmascarar», usando tus propias palabras, la logia encubierta que Kipling escondió en su relato. Akela, como venerable maestro de la manada de Seooanne, y Bagheera y Baloo, como maestros vigilantes, encargados de transmitir al pequeño Mowgli el poso de la tradición de los Pueblos libres de la Selva.
Es relativamente fácil conjeturar sobre posibles afinidades masónicas de cierta literatura escrita por masones, pero lo que ya no resulta tan fácil es subrayar con meridiana claridad dónde están esos pilares de las «logias» literarias. Ciertamente hay algunos libros con claras y explícitas alusiones masónicas, como es sin ir más lejos el relato de Kipling El hombre que pudo reinar, pero también es cierto que el gusto críptico que tenemos los masones hace más interesante la posibilidad de poder desenterrar esos tesoros masonicoliterarios con obras tan bien llevadas a escena como ésta tuya.
Como bien dices en alguna parte, está claro que El libro de la selva no se puede entender sin la experiencia masónica vivida por el propio Kipling, que convierte la tradición y el ritual en instrumentos necesarios para la supervivencia de la civilización.
Mucha gente me pide que recomiende libros de masonería. Yo recomendaría éste a quien quiera conocer la masonería «románticamente», a quien quiera saber de ella como un modo de vivir en fraternidad, explorando sus propias posibilidades existenciales. Y también se lo recomendaría a quienes, dicho de una forma un poco kipliana, sigan creyendo en la masonería cuando todos a su alrededor duden de ella, aún aceptando sus dudas.
GdM. Finalmente habéis apostado por la acuarela de Jesús Mateo Pinilla como portada del libro. ¿Refleja la esencia del ensayo? IMT. La verdad es que la cubierta de este libro no es la habitual de MASONICA.ES. Normalmente usamos cubiertas de tipo fotográfico que evoquen la masonería eludiendo la simbología típica de la escuadra y el compás. Esto es, digamos, la clave de nuestra estética masónica.
Pero en este caso ha pesado más el magnífico trabajo de la acuarela de Jesús Mateo Pinilla porque pinta de una manera exquisita el cuadro masónico que se da en el relato de Kipling.
Yo creo que estas imágenes no dejarán de ser un tanto impactantes para los no masones (no me convence mucho el término «profanos», porque parece que se les está llamando ignorantes) pues será como trasladar una cosa tan misteriosa como la masonería a esa parte del subconsciente feliz de su juventud que seguramente fue la lectura de El libro de la selvay otras obras de ese estilo, en las que podemos incluir las de Verne, Stevenson o Melville. Pero, en definitiva, eso es lo que buscamos en MASONICA.ES: sacar a la masonería del cofre de los misterios y colocarla en la estantería de la literatura clásica, la filosofía… el humanismo, en definitiva.
La acuarela de Jesús cumple a la perfección este objetivo y, naturalmente, no hemos dejado escapar la oportunidad.
GdM. Para acabar, ¿cómo ves la Masonería en la sociedad moderna? ¿Crees que es anacrónica? ¿Que sigue sin ser entendida? ¿Este ensayo ayudará a entenderla mejor? IMT. La vigencia de la masonería es casi la pregunta del millón. Pero fíjate que esta pregunta no es algo reciente. Hace cien años ya encontramos muchos textos en los que los masones se preguntan si la masonería tiene sentido en los tiempos que corrían. Yo creo que la masonería pasa periódicamente por unas crisis de fe en sí misma. Se cuestiona su validez, pero, como ocurre en toda crisis, termina por renacer y reafirmarse con nuevos valores de proyección. Lo que sí es posible es que en estos momentos la crisis sea más profunda por el hecho de estar insertada dentro de otra gran crisis de valores espirituales generalizada que sufre la sociedad actual, que a su vez se inserta en el marco de una excepcional crisis económica. Podríamos hablar de un problema de crisis concéntricas, pero personalmente sigo encontrándole plena vigencia, como así lo demuestra la cada vez más notable presencia cultural de la masonería en la sociedad en forma de publicaciones, conferencias, jornadas de trabajo desarrolladas en el marco universitario y de las instituciones públicas, etcétera.
En cuanto a su posible anacronismo, la masonería es anacrónica casi desde que nació. En 1717 ya hablamos de una tradición que recoge la simbología de un mundo en vías de extinción, el de las grandes construcciones religiosas que se acercaban a su fin; a principios del siglo XIX nos encontramos con un organización con más de cien años, ¿no era lógico pensar por entonces también que la masonería era algo anacrónico? Salvo en las magnitudes geológicas, cien años son muchos años. El siglo XIX es la era de los grandes avances tecnológicos. El furor por la ciencia y el desarrollo tecnológico también cuestionaron algo tan antiguo como la masonería. Y no digamos la modernidad; aquí acabamos con todo. Por eso, la masonería es anacrónica desde el primer momento, pero es un anacronismo vigente, en mi opinión, como en cierto modo son las religiones, o de otra forma las monarquías.
Quizás lo peor de todo esto sea que, con lo que ha llovido ya, la masonería sigue sin entenderse. La sociedad sigue sin saber qué somos y, sobre todo, qué hacemos. Esta es la pregunta que nos hacen una y otra vez quienes no son masones. Pero, ¿qué hacéis los masones? Seguro que a todos nos lo han planteado alguna vez. Y yo pregunto, ¿hemos sabido, a día de hoy, responder a esta pregunta? Me temo que no. Y aunque no es un deber del masón explicar al mundo por qué es masón y qué es lo que hace cuando se viste de masón, como el alpinista no tiene por que explicarle a todos sus vecinos por qué se va a colgar de una peña o a subir la cara de un risco para simplemente bajarlo por el otro lado, no estaría mal aclarar lo que no somos y lo que perseguimos a la sociedad que nos rodea.
Los libros como este tuyo tienen, a mi modo de ver, la cualidad de presentar la masonería como un auténtico fenómeno humanista, con sus ilusiones, sus hermosas claves simbólicas, su atractivo concepto de la fraternidad… Se necesitan muchos libros como este para hacer comprender que la masonería de lo que está cerca no es de las conspiraciones políticas o demoníacas, sino de la comprensión filosófica del mundo y de los planteamientos trascendentales de la existencia. ¿Por qué estamos aquí? ¿A dónde vamos? ¿Cuál es el sentido de la propia vida? Ese es nuestro auténtico tema de debate, y no enzarzarnos en ninguna clase de lucha a pequeña o gran escala, ya sea material, intelectual o espiritual.
GdM. Muchas gracias, querido Ignacio, por dar el punto de vista del que ha apostado por este libro, el editor, alguien que los autores solemos conocer muy poco. Te deseo muchos éxitos en tu gran proyecto editorial.