Las blancas en el ejedrez tienen más posibilidades de ganar por el hecho de empezar. Son matemáticas. Es lo que se llama la iniciativa. Es la capacidad de dirigir el destino de la partida. De la misma forma, si queremos poner vida a nuestros años y no al revés, deberíamos ponernos a trabajar en nuestros sueños. Los sueños son el equivalente a la iniciativa, y en la medida que dirijamos esa iniciativa, así nos irá nuestra partida vital. Todos tenemos, hemos tenido o tuvimos sueños. En el tiempo que logramos mantenerlos se encuentran la iniciativa que hemos gastado en ellos. Cuatro veces van, y una quinta repito la palabra iniciativa. Es el eje del post. Repetición significativa, o llámenle una sobrecarga terminológica. Un recurso que ralentiza el texto hasta el abuso. Los sueños son la metáfora del tópico del libre albedrío, el que nos hace dueños de nuestro destino aun a pesar de las penalidades y dificultades. Siempre hay un momento en el que jugamos con blancas, y siempre hay momentos en que se convierten en negras. Entonces toca defender para recuperar el espacio y la iniciativa perdidos. La forma con la que se luche es la estrategia. Si empezamos con la iniciativa ya puesta marcha por circunstancias personales favorables tenemos de nuestro lado la táctica. Es decir, la posición. Pero de nada sirve la posición si la estrategia no nace de la iniciativa de nuestros sueños.Y de sueños estamos hechos.