La iniciativa en el ajedrez es tener la capacidad de plantear la partida dirigiéndola hacia donde uno quiere. Tiene que ver con plantear un escenario en donde el que tiene la iniciativa, conoce perfectamente, porque ya lo ha analizado en todas sus posibles variantes. Tiene que ver con poder desarrollar jugadas que obliguen al contrario a responder con otras que son las que yo espero y que me permiten continuar obligando al otro a hacer dichas jugadas y a plantear las jugadas que yo espero. Para que esto suceda, la persona que tiene la iniciativa debe tener una cierta pericia y el rival debe responder al planteo hecho. Esto se puede realizar en la apertura, en el medio juego o en el final. Son planteos distintos que iremos analizando con ejemplos para aprender a pensar estratégicamente. La iniciativa significa que yo vaya desarrollando mis piezas pero dirigidas hacia una dirección. El Desarrollo lo podemos realizar todos,(tratar de avanzar los peones para dominar el centro, sacar los caballos, dar apertura y movimiento a los alfiles, realizar el enroque y dirigir las torres hacia el sector que está el rey enemigo) pero este desarrollo en cada paso conviene que tenga un objetivo más cercano que obligue al otro a desarrollar sus piezas por mis planteos y no tan libre o eficazmente como lo hubiera hecho si no lo hubiera presionado. Las distintas aperturas que hay en el ajedrez tienen que ver con este concepto clave. Aquí coloco un video sobre un gambito de dama aceptado para que puedas ver un ejemplo de esto.
En el medio juego, hay que decidir el camino a recorrer para llegar al final del partido de ajedrez. Debes optar si querrás sacar ventaja de material y en alguna jugada forzar pérdidas a tu rival. Con diferencia de piezas ganarás a tu rival llegando al final. En este caso mantener la iniciativa es en algún lugar del tablero forzar con un plan y una presencia fuerte y real de tus piezas algún intercambio de material. Allí ganarás. En el medio juego también podrás mantener una iniciativa estratégica si esperas el enroque del rival y tu desarrollo de piezas hacia allí dirigirás. En ese caso se dan las estrategias de ataque al enroque corto o al largo que en otra entrada analizarás. Pero básicamente se trata de orientar la dupla de alfiles hacia ese enroque, la dama acercar, un caballo apoyado desde el centro del tablero hacer presenciar, un ataque próximo que lograrás, haciendo avanzar el peón de tu torre o del caballo aún para sacrificar y así despejar el ataque al rey que enrocado está. La iniciativa no podrás mantener si tu rival no acepta las propuestas de juego que tu le vas a plantear y sigue con su desarrollo como si nada ha de pasar. En ese caso mira su desarrollo y fijate si una celada puedes plantear o mejor aún elabora un plan mirando hacia donde el rival va. No dejes que sea él el que va a plantear su escenario ideal para jugar. Porque así te irá mal y te bamboleará de aquí para allá. No es un tratado que quiero realizar sino hacerte pensar, y sobre todo por el objetivo de este blog que a otros ayudes a transitar el camino del ajedrez que ayuda a pensar y ser mejor persona de lo que hasta ahora has de alcanzar. Al final del medio juego debes ya percibir hacia donde todo se dirigirá y como será el planteo de la etapa final. En el final del juego con poca diferencia de material es saber el poder de las piezas que en tus manos están, si es un caballo, si es un alfil, donde conviene estár. Que gana el que corona el peón porque la dama pedirá. Tu rey hacia el centro lo dirigirás para apoyar al peón que avanza y pensarás como limitar el avance del rey enemigo antes de que el otro lo pueda desarrollar. En ese momento se define la iniciativa estratégica para poder ganar y allí la debes pensar, desde el planteo real en que te dejó el medio juego para llegar al final.
Julio Daniel Nardini