Cuando utilizas un producto o servicio gratuito, el producto eres tú.
Pero si no pagas nada por utilizar tus plataformas sociales favoritas, ¿cómo hacen para que los ayudes a generar utilidades, a veces sin darte cuenta?
La respuesta se encuentra en la información que proporcionas, un complemento se justifica también en los servicios premium que algunas plataformas proporcionan, aunque el margen de estos últimos resulta pequeño en comparación con el verdadero negocio.
Claro, la información es modelada, agrupada y servida a los anunciantes, que están dispuestos a pagar grandes sumas de dinero con el fin de ser capaces de llegar al perfil del cliente ideal, filtrando a todos aquellos usuarios que no cumplan con las características deseadas.
¿Hasta aquí todo parece normal no?
Pues ese es precisamente el problema, que se ha normalizado una actividad que no debería serlo.
La inmunidad empresarial
La inmunidad es un concepto aplicado en diversas industrias, para efectos de dar contexto a la publicación, tomaré como base un primer concepto que es la inmunidad jurídica.
Es definida como la cualidad de estar exento de ciertas penas, cargos o gravámenes. Eso significa que determinadas personas, bajo determinadas circunstancias son intocables.
Los romanos lo aplicaban a las ciudades en su conjunto, a las personas, y en la actualidad parece aplicar a determinadas empresas.
Too big to fail es un término utilizado para referirse a una empresa, normalmente aunque no limitada a instituciones financieras, qué, si fuera a la quiebra, causaría un efecto económico negativo tan grande que se debe evitar su desaparición a toda costa. Acreedora desde ese momento a dinero gubernamental para garantizar su subsistencia.
Son beneficiarias de los planes de rescate financieros, que pueden tener diversos fines, aunque mantener viva a la empresa es primordial para cualquiera de ellos.
En algún punto, a una de las empresas más grandes del mundo, Facebook, se le ha llegado a considerar una too big to fail.
¿Se ha convertido Facebook en una compañía indispensable?
No debe olvidarse que existen empresas que gozaron de un nivel de posicionamiento y rentabilidad consistente, y aún así han ido a la bancarrota.
El problema de Facebook, más latente a últimas fechas, es pecar de soberbia al grado de creerse inmune. Como si por alguna razón se pensará hacia dentro de la empresa que las reglas no deberían de aplicarse a ellos.
Después de todo Facebook es necesario en la vida de las personas ¿o no?
¿Y quién sería tan valiente y poderoso para enfrentarse a las decisiones que toma la red social? ¿Una persona? Olvídalo ¿Un país? Rusia lo intentó y falló ¿Una gran empresa? Tal vez, pero… no es suficiente ¿Un grupo de grandes empresas? Bueno, las probabilidades se maximizan.
El boicot contra Facebook
Hace algún tiempo Basecamp lanzó una campaña denominada Negocios libres de Facebook en la que se instaba a las empresas a: no pagar por publicidad en ningún sitio perteneciente a la red de Facebook Inc., no usar esas mismas plataformas para promover tu negocio o contactar con tus clientes y limitar el número de veces que utilizas el botón “Me gusta” con el fin de restringir la cantidad de datos que la empresa tiene sobre ti.
Una buena idea aunque complicada de cumplir, en especial cuando muchas empresas basan su presencia digital únicamente en la plataforma social, siendo también un punto de reunión digital de amigos, familiares y conocidos.
La iniciativa pasó pero sirvió para iniciar a hacer conciencia sobre un problema creciente.
El 17 de Junio de 2020 se lanza en Los Angeles Times la campaña Stop Hate for Profit como símbolo del hartazgo hacia la falta de medidas que impidan la proliferación de contenidos de odio y violencia en la red social.
Tuvo como disparador la muerte de George Floyd, un hombre negro que fallece estando en custodia judicial y que deriva en protestas alrededor del mundo.
El objetivo es que las empresas de todos tamaños se sumen a abandonar la publicidad en la red de Facebook durante todo el mes de Julio.
En esta ocasión empresas como The North Face, Mozilla, Coca-Cola, Unilever, Adidas, Ford, HP, Verizon, Starbucks y en conjunto más de cuatrocientas se han unido para dejar de anunciar en Facebook.
We are pausing advertising on all social media channels globally for at least 30 days.
— The Coca-Cola Co. (@CocaColaCo) June 30, 2020
During this time, we will reassess platforms and practices to drive accountability towards a safer, hate-free environment: https://t.co/SN2Nd8YRjQ pic.twitter.com/DQmE1rVjZr
We’re in. We’re Out @Facebook #StopHateForProfit
— The North Face (@thenorthface) June 19, 2020
Learn more: https://t.co/uAT7u7mjBG https://t.co/jVxTIH5ThQ
Black lives matter. We are committed to being a part of change.
— Starbucks Coffee (@Starbucks) June 4, 2020
You can find educational resources at https://t.co/xSXwaw2vQA. pic.twitter.com/ZxifsW7oeO
La publicidad es el combustible de Facebook, es lo que la mantiene viva y redituable de cara a los inversores.
$70 billones de dólares están en juego. Lo único que el grupo de empresas, los usuarios, las personas fuera de la compañía buscan es un entorno más seguro y libre de sesgos de cualquier tipo, en especial de aquellos que siguen fomentando actitudes violentas, racistas o de discriminación.
Mark Zuckerberg está confiado en que la campaña no sea más que un evento aislado que pronto dejará las cosas como eran antes. Pocas cosas serían peores que eso.
La razón, eso permitiría que Facebook se posiciones como una empresa que goza de inmunidad empresarial, que puede hacer lo que sea, cuando quiera, sin ningún tipo de consecuencias y qué, aunque demuestre que es capaz de identificar los malos contenidos no tiene la intención de eliminarlos, simplemente porqué su modelo de negocio se basa en maximizar utilidades ¿a toda costa?
Eso está por verse.
La entrada La inmunidad empresarial y la poca preocupación por las personas detrás de las utilidades se publicó primero en Cristian Monroy.