La Inquisición Española: Cuatro siglos de terror

Por Joaquintoledo

La Inquisición más popular de todos los tiempos

El siglo XVI comenzó aparentemente tranquilo para el mundo cristiano de la época. Con la invasión europea al territorio americano, la Inquisición tuvo bastante trabajo. Esto le dio mayor reputación y alcance a la institución, pues si bien las órdenes tenían el trabajo de evangelizar, ella tenía la obligación de reprimir la herejía en territorios realmente extensos. No fue muy difícil y al cabo de un par de décadas la cuestión en América estaba prácticamente resuelta. La derrota política de los indios, también acarreó una derrota cultural. Todos los líderes que siguieron venerando ídolos o practicando costumbres paganas fueron reprimidos. Pero así como en América, a raíz del surgimiento empezado por Lutero, España tuvo una gran responsabilidad por delante. No hay que olvidar que en aquella época debido al emperador Carlos V, tanto este último país, como Alemania, estaban unidos, siendo el catolicismo la religión dominante y acaso la única. Pero el Luteranismo se transformó en Protestantismo. Así entonces, la maquinaria inquisitorial se puso también en funcionamiento.

Se creyó que al igual que los albigenses, se podría reprimir este nuevo brote con éxito, pero todo fue en vano. Los luteranos y/o protestantes, fueron protegidos por la nobleza. Empero, si bien en Alemania y Francia la Inquisición tuvo tibios resultados, en Italia, y mucho más en España, el éxito fue prácticamente rotundo. El protestantismo tuvo eco en dicho país,  por supuesto, empero, no hubo éxito debido a que Carlos, muy a pesar de las cortes, mantuvo la Inquisición funcionando al 100%, lo que logró mantener la unidad religiosa en el país.
Esto no quiere decir que la Inquisición tuvo el trabajo fácil. Existía una secta llamada de los alumbrados, de gran tendencia humanista, admiradores de Erasmo de Rotterdam y también interesados en el Protestantismo.

Lo consiguieron y hubo muchas personas presas, aunque también unos cuantos muertos en la hoguera. La misma suerte corrieron los intelectuales y sus obras, muchas de ellas anotadas en los códices como prohibidas. Todo aquel que las consultara o leyera corría el riesgo de ser considerado hereje. Otro gran problema de la Inquisición fueron los moriscos, musulmanes convertidos al cristianismo. Al principio se les dio gran tolerancia, pero con el tiempo se les diferenció dentro de la sociedad y lo que empezó con revueltas reprimidas, acabó con la expulsión de los moriscos de España a partir del siglo XVII. Si bien los afectados fueron pocos, los actos perpetrados contra ellos nos hablan acerca de un gran ejemplo de discriminación en el país.

Así entonces la Inquisición española hacía su paso por la historia. No estuvo exenta de problemas, pues la corona y la misma Roma pugnaban por su total control. Dentro de la organización el Inquisidor principal era quien tenía la dirección total de la organización. Lo seguía el Consejo de la Suprema y General Inquisición, siendo él su director. De este órgano supremo dependían el resto de tribunales de Inquisición en el país, donde asimismo estaban integrados por inquisidores, procuradores, calificadores, consultores, alguaciles, entre otros cargos. Como se puede observar, era una estructura jerárquica y bien organizada por dentro, lo cual refleja el poder e influencia de la Inquisición.

Quizá los años dorados para la institución fueron los siglos XV y XVI, pues luego empezó a entrar en decadencia. La Inquisición española fue una de las que más se resistió a la desaparición, empero acabó sepultada ante los movimientos liberales del siglo XIX, siendo abolida el 15 de julio de 1834 definitivamente. Habían sido casi cuatro siglos de terror no sólo en España, sino en todo el mundo occidental.