La superadora historia de Shaquem Griffin comenzó con 4 años cuando le amputaron la mano izquierda. Su madre le encontró en la cocina intentando cortarse los dedos con un cuchillo por el intenso y constante dolor que aguantaba desde su nacimiento debido al síndrome de bandas amnióticas que impedía que sus dedos se desarrollasen por completo. Al dia siguiente le hicieron la cirugía para amputarle la mano izquierda y desde entonces su vida ha sido una historia de superación llena de dificultades. Pero nada ha frenado su camino y con la ayuda de su familia ha superado todos los obstáculos.Su padre improvisó un gimnasio en el garaje de casa para que los hermanos gemelos entrenasen, y donde trataba a los dos igual formando la determinación de Shaquem. Con 8 años vivió otro momento marcante en su carrera. Antes de un decisivo partido para los play-offs, el entrenador rival impidió que jugará porque el fútbol americano es para "jugadores con dos manos" y le recomendó un equipo de discapacitados. En ese momento el joven Shaquem Griffin decidió que nunca abandonaría y convirtió las críticas y dudas en su motivación para mejorar.
La superadora historia de Shaquem Griffin comenzó con 4 años cuando le amputaron la mano izquierda. Su madre le encontró en la cocina intentando cortarse los dedos con un cuchillo por el intenso y constante dolor que aguantaba desde su nacimiento debido al síndrome de bandas amnióticas que impedía que sus dedos se desarrollasen por completo. Al dia siguiente le hicieron la cirugía para amputarle la mano izquierda y desde entonces su vida ha sido una historia de superación llena de dificultades. Pero nada ha frenado su camino y con la ayuda de su familia ha superado todos los obstáculos.Su padre improvisó un gimnasio en el garaje de casa para que los hermanos gemelos entrenasen, y donde trataba a los dos igual formando la determinación de Shaquem. Con 8 años vivió otro momento marcante en su carrera. Antes de un decisivo partido para los play-offs, el entrenador rival impidió que jugará porque el fútbol americano es para "jugadores con dos manos" y le recomendó un equipo de discapacitados. En ese momento el joven Shaquem Griffin decidió que nunca abandonaría y convirtió las críticas y dudas en su motivación para mejorar.