The Invasion of the Tearling
Kelsea se ha hecho con el poder y ahora, ha de enfrentarse a su mortal enemiga, la Reina Roja. Mientras el ejército de la Reina se acerca a la capital del Tearling, Kelsea tiene visiones sobre una mujer llamada Lily que vivió en el tiempo anterior a la Travesía...
Comentario (con algún spoiler indicado en el texto):
La primera impresión que tenemos nada más empezar a leer la novela es que la autora ha mejorado su narrativa respecto a la primera entrega de la saga (" La Reina del Tearling").
Una vez asentada Kelsea en el trono, se describen mejor los entresijos del poder y las dificultades de gobernar, las luchas contra la Iglesia (sic) y sus representantes (todos ellos corruptos y malvados), las medidas tomadas por la reina ante la inminente invasión del país enemigo, dirigido por la Reina Roja... (que se limitan a decretar una evacuación de toda la población en la capital) y otras disposiciones de gobierno y administrativas. También están extensamente descritas las contradicciones, deseos (en especial, el "despertar sexual", un tanto atípico por lo "racional") y luchas internas de la protagonista principal y su deriva un tanto repentina hacia el "lado oscuro", con comportamientos agresivos hacia los demás (llegando a disfrutar de las torturas) y también autodestructivos (últimamente veo muchos personajes literarios que se autolesionan con cortes, ¿será una moda?). Por contra, la reina roja, que tenía una participación más extensa en la anterior novela, sale mucho menos pero, hasta cierto, punto más humanizada.
La autora logra crear personajes reconocibles y con cierto volumen, dentro de lo que es la historia, y muchos de ellos, no maniqueos, con sombras y luces (en el caso de Kelsea se ve con claridad que tiene un fondo cruel). Desde luego, la protagonista no es un personaje convencional.
El libro es muy extenso, pero si nos fijamos tampoco pasan tantas cosas como para llenar esa cantidad de páginas. La autora tiende a hacer escenas muy largas y a usar una prosa muy densa, llena de descripciones. Sin embargo, se lee bastante bien, con agilidad. Algo que no me ha gustado es que mete partes demasiado extensas relatadas desde el punto de vista de personajes irrelevantes, como un carcelero o soldados, que me aburren. En realidad, las partes que más me han interesado son las que toman el punto de vista de Kelsea y de Lily, la mujer pre-Travesía con la que esta tiene un vínculo mental.
Es curioso que la obra se titule "la invasión del Tearling" cuando en realidad esperamos todo el rato que hay un enfrentamiento y una batalla y estos no se producen, no al menos como imaginamos...
La autora alterna la historia de la invasión con una narración distópica ambientada en los Estados Unidos de nuestro futuro próximo, donde ha tenido lugar una involución que recuerda a "El cuento de la doncella" de Margaret Atwood, en la cual las mujeres han sido relegadas y sufren continuos malos tratos y degradaciones. No me gusta mucho la forma como la autora introduce los flashbacks. No se le ha ocurrido nada mejor que hacer que Kelsea se desmaye y vea por los ojos de Lily (gracias a esta argucia, sabe TODO lo que ocurrió antes de la Travesía). Como ya es norma, estas "visiones" se describen de una forma cronológicamente lineal de modo que Kelsea (y el lector) pueda conocer los hechos en el orden en que sucedieron (este tipo de visiones solo pueden suceder en literatura, ja) y con todo lujo de detalles (incluso demasiados detalles). El relato de Lily es interesante, algo cliché, aunque la verdadera intriga que yo tenía era ver cómo resolvía la autora la "Travesía", es decir, como lograban los seguidores de William Tear llevar sus barcos al "mundo mejor" (el de Kelsea). Y la solución es bastante descacharrante... Y ahí llegamos a uno de los puntos más insatisfactorios de la novela: el uso de la magia.
Sabemos que se trata de una novela de fantasía, y que Kelsea tiene unos zafiros que le dan ciertos poderes. Sin embargo, el uso de estos es del todo arbitrario. Unas veces puede usar la magia y otras no (según convenga a la autora). Lo mismo ocurre con William Tear, que era también dueño de los zafiros de marras. SPOILER Y que es capaz de abrir un agujero en el tiempo (sic) para llevar su flota de barcos al futuro, pero no de derrotar al sistema opresor distópico...
Otro punto que rebaja mi valoración de la novela son los comportamientos y decisiones absurdas de Kelsea al final de la historia, en su enfrentamiento con la Reina Roja. No lo he entendido.
La autora introduce en su novela una altísima carga crítica: contra las diferencias entre ricos y pobres, contra la opresión de las mujeres, contra la iglesia y la religión. No se corta a la hora de describir el maltrato (incluidas violaciones) y escenas de torturas. Ni a la hora de defender un cierto socialismo un tanto utópico. En ese aspecto, es una novela que difiere del resto de historias de este estilo.
En resumen, una obra, mezcolanza de varios géneros, que despierta cierto interés, aunque también revela algunos errores notables en la construcción del mundo imaginario, y es más osada que la media en ciertos aspectos. A mí me ha entretenido, hasta me ha enganchado, lo cual no quiere decir nada, pero lo cierto es que la autora logra que te caigan simpáticos los personajes principales y te sumerjas en este mundo improbable.
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