La ironía es un arma cargada de futuro

Publicado el 28 noviembre 2013 por Lulesi

Un frío casi polar nos invade. Al mediodía, después de comer, me rodea el sopor que alimentan el telediario y el braserito. Oigo algo sobre la revalorización de la pensiones, y casi sin darme cuenta calculo el quantum de la mía.  1,90 euros al mes. Dice un amigo que su incremento se la va a donar a la mujer de Bárcenas. Que está, la pobre, pasando tantas estrecheces.

 ¡Gracias Fátima, gracias a ti y a la Virgen del Rocío por preocuparse tanto de nosotros y asegurarnos ese futuro a resguardo de las inclemencias,  aventuristas, de los hombres de poca fe!

La modorra continúa hasta el límite feliz del sueño y oigo algo así como: “La reforma laboral es la que ha traído más progreso en la historia de la Humanidad” y una señora, que no tiene puesta la camisa de fuerza, que es la que lo dice. Una tal Pepa Botella. ¡Ah, que no es Pepa, que es Ana, aunque también le tiene que dar duro al vidrio!

 ¡Gracias, Fátima, Ana y demás cohorte celestial de ese Partido o Partía, que no para de salvarnos del horror de la izquierda derrochona en el poder y que, ¡cómo no, son el verdadero, el genuino, el auténtico  “Partido de los Trabajadores”!  Dolores, La Manchegona, dixit.

Ya no sé si he rebasado la frontera del sueño, eso que Próspero Merimeé, definía como “La felicidad” (Como unas ganas de dormir, precisando que no era dormir, sino como “unas ganas”) y en ese nirvana oigo como unas campanas lejanas que dicen: El PP, Rato, Acebes, Mayor Oreja y Arenas piden medio millón de euros a Bárcenas. ¿Será a cuenta de lo que podrían tener ingresado en  común en el país de las vacas suizas? Yo, de mayor, quiero ser tesorero. De un partido al que le hagan donaciones. Y anotar en mi libreta lo que le doy a cada chorizo y morcilla. Y comprarme una grabadora y grabar a cada salchichón. ¡Gracias, Luis, gracias!

Y ya debo estar en lo profundo de los sueños cuando oigo, a punto de caerme del sofá, lo siguiente: La vicepresidenta Sáenz de Santamaría vota a favor de la reprobación a Wert en el Congreso.  ¿Qué  ha pasado? ¿En qué mundo vivimos? ¿Habrá hecho ya De Guindos su revolución nacional sindical bancaria?

De pronto, de un golpe, me despierto, en la tele está Bertín Osborne -¡Hasta la vista!- y ya no sé si la revalorización de mi pensión es de 500 euros al mes, si la Botella eructa basura por las orejas, si “el señorito de Olvera” está grabado hasta la médula o si Soraya se ha vuelto loca cuando iba de compras por la Milla.

¡Gracias PP, por hacernos la vida (y las siestas) tan felices!

En el cuadro de los fusilamientos del 3 de mayo, pintado por Goya, un hombre anónimo levanta los brazos para recibir las balas del pelotón francés.

Era yo. En mi otra vida.


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