La irrelevancia del rey

Publicado el 29 febrero 2024 por ArÍstides

JUAN CARLOS I, Y SOFÍA DESPUÉS A.Buenafuente

Real como la vida misma. Entro en la página web de la CNN y pulso en la pestaña de entretenimiento (28-02-2023). Allí, junto a la película de "Shogun", los cotilleos por la venta de la casa de Freddie Mercury o el triángulo amoroso de Pattie Boyd con Eric Clapton y George Harrison, aparece Juan Carlos I de Borbón agarrado del brazo de Felipe VI, literal. Lo ha hecho durante 24 horas porque el personaje no tiene más interés. En fin.

Joder, me digo. El emérito del reino de este solar relegado a la irrelevancia en una página de entretenimiento, como el crucigrama. Vamos, que este prócer de la Historia importa en la medida que nos haga pasar el rato. La prensa internacional le ha incluido en las páginas que son para matar el tiempo y evitar el aburrimiento. Como ociosa es su vida, la CNN parece que ha incluido al ínclito en la sección para relajarse y dar un cierto placer al vulgo. Con él no hay consideración y será que se lo ha ganado a pulso, pienso.

La Justicia no le pudo condenar porque sus delitos habían prescrito y porque como rey era una divinidad inimputable. Pues muy bien. Llegan los chicos (en génerico: tembién incluye chicas) y lo envían al apartado más cruel: el entretenimiento. Buf, el sabrá; pero los encargados de realizar esa labor hasta el siglo XIX eran los bufones.Su trabajo consistía en hacer reír contando las historias de Maricastaña. Estos personajes en ocasiones se rodeaban de saltimbanquis que con sus acrobacias entretenían a la Corte; osea, a los antepasados del susodicho.

En la misma página aparecen, entre otros, los vestidos de Vanity Fair, la película sobre Bob Marley o las canciones de Ricky Martin en "Palm Royale". Mal se lo fían al rey emérito si su personaje solo da para el recreo del personal. En fin, que es una página dada al cotilleo; de esas de leer el horóscopo y olvidar. Si lo que pretendían era humillar, al menos habría una intención. Me temo que es peor: el personaje no da para más y les ha salido del alma, o sea, sin pensarlo.

Fin.