SINOPSIS: Lee la sinopsis de este libro pinchando AQUÍ
Tenía este libro esperando turno en mi estantería desde hace varios años a pesar de que Isabel Allende es una de mis autoras favoritas, por lo que aprovechando dos retos a los que me he apuntado este año decidí por fin ponerme con él. Una vez más la autora no me ha decepcionado y la historia me ha gustado mucho, tanto que lo he leído en tan solo tres o cuatro días.
La isla bajo el mar nos traslada al siglo XVIII, concretamente a los años comprendidos entre 1770 y 1810 y tiene por protagonista a Zarité, una esclava mulata que a los nueve años es vendida a Toulouse Valmorain, colono francés y dueño de una de las plantaciones más importantes de azúcar de Saint-Domingue, de la que se ha hecho cargo tras la muerte de su padre. Zarité, a pesar de su corta edad, se convertirá en la esclava personal de la esposa española de Valmorain, quien ante la imposibilidad de acostumbrarse a la vida en Saint-Domingue acabará enfermando, teniendo Zarité que hacerse cargo de criar al hijo del matrimonio, Maurice.
La novela se encuentra dividida en dos partes claramente diferenciadas y a su vez cada una de ellas en diversos capítulos. La primera parte corresponde a los años comprendidos entre 1770 y 1793 y es la que transcurre en Saint-Domingue, que sería lo que actualmente conocemos como Haití. La segunda parte nos traslada hasta Luisiana, Nueva Orleans y comprende los años que van desde 1793 hasta 1810. Todos los capítulos están narrados en tercera persona a través de un narrador omnisciente pero entre ellos aparecen intercalados algunos en los que bajo el título Zarité la autora le otorga la voz narrativa a la esclava y es ella la que nos habla en primera persona, haciéndonos partícipes de los hechos vividos y lo que siente y piensa en esos momentos. Estas partes están claramente diferenciadas tanto por el título que las abre como por la voz narrativa pero vienen además maquetadas en letra cursiva, por lo que se identifican con facilidad.
Me gusta mucho la forma de escribir de Isabel Allende y en esta obra he vuelto a encontrarme con el estilo que caracteriza su prosa, empleando un lenguaje sencillo y cuidado que facilita su lectura y logra envolver al lector desde las primeras páginas. Otorga gran importancia a sus personajes, que van ganando fuerza a medida que avanzamos, centrándose en los sentimientos y sin dejar de lado por ello los ambientes en los que se mueven. Destaca el cambio de registro entre los capítulos narrados en tercera persona y aquellos en los que habla Zarité, en los que parece que estamos escuchándola contar directamente su historia y sufrimiento. Es un libro ameno y que mantiene un ritmo ágil y constante a lo largo de todos los capítulos, logrando mantener el interés del lector tanto por la historia de la esclava como por los sucesos acontecidos en el periodo.
En el punto central de la historia se sitúa Zarité, conocida como Tete, quien es la verdadera protagonista. Es un personaje que está perfilado con detalle y con quien el lector conecta desde las primeras páginas. A mí personalmente me ha gustado mucho y esa es una de las razones que ha hecho que haya disfrutado tanto de esta lectura. Conocemos a Zarité desde niña y la vamos viendo crecer y evolucionar, una evolución constante marcada por todos los hechos que le toca vivir. Hay rasgos de su personalidad muy marcados desde niña, entre ellos su valentía, fuerza y constancia. Nunca perderá el deseo y la esperanza de alcanzar su libertad, sin importarle los obstáculos que encuentra en su camino. Me ha gustado mucho en ella la nobleza que caracteriza su forma de ser, pues a pesar de todo lo que tiene que sufrir siendo propiedad de Valmorain, sorprende en muchos casos las decisiones que toma y que demuestran la bondad de su corazón.
La inclusión de diversos capítulos en los que habla en primera persona son un acierto, pues afianzan el vínculo creado con el lector y permiten compartir muchas de sus experiencias, ponernos en su lugar y sentir por lo que está pasando. Ella nos cuenta cómo se siente, comparte sus pensamientos con nosotros y logra que podamos comprender la situación por la que está pasando. Además estos capítulos ayudan a perfilar su personaje pues reproducen su forma de hablar, haciendo uso de términos propios de la región, entre los que destaca sobre todo los específicos del vudú, cuyas creencias Zarité se encarga de explicarnos y que tienen bastante importancia en La isla bajo el mar.
Junto a ella, la otra figura más destacable es Toulouse Valmorain, un hombre que desde mi punto de vista es difícil calificar ya que es necesario posicionar su forma de ser en la época y le falta carácter para dirigir la plantación. Es un hombre que me ha resultado ambiguo, en algunos momentos deja ver algunos rasgos de humanidad como cuando le pide a su capataz que no se sobrepase con los castigos, pero en otros puntos resulta cruel y egoísta, por lo que los sentimientos son encontrados. Para mí es un personaje que está muy bien construido, con un carácter complejo y profundo y de ahí que sea más difícil posicionarse con respecto a él puesto que a su lado vemos por ejemplo el carácter de su capataz, Cambray, quien sí representa una persona despreciable y que disfruta con el sufrimiento de los esclavos.
Son numerosos los personajes secundarios que vamos encontrando a lo largo de la historia, con multitud de personalidades que dan riqueza al argumento. Destacan desde mi punto de vista los femeninos por representar a mujeres fuertes y capaces de salir adelante en un periodo en el que las condiciones no son favorables como por ejemplo Violette. Todos ellos son interesantes y están interrelacionados a lo largo del tiempo, resultan coherentes y a pesar de encontrarse en un segundo plano no pierden protagonismo, evolucionando con la historia en función de sus circunstancias personales y del contexto histórico y dando lugar a un entramado de tramas secundarias que aumentan el atractivo de la historia en su conjunto.
Para mí, uno de los puntos fuertes del libro es el contexto histórico en el que se desarrolla el argumento. Me ha resultado muy interesante ya que recoge unos hechos que desconocía y por otra parte como ya os he comentado en alguna ocasión, tengo debilidad por todo lo relacionado con el Caribe. En este punto, Isabel Allende recrea los hechos con tal minuciosidad que podríamos llegar a clasificar la obra como una novela histórica. No quiero decir con ello que nos sature de datos, todo está muy bien integrado dentro de la trama principal de tal forma que la vida de Zarité viene marcada por los hechos históricos y a medida que leemos casi sin darnos cuenta vamos aprendiendo un poco de la historia pasada de Haití.
Partimos de los años en los que los arahucanos, habitantes originales de esta isla a la que los conquistadores han llamado La Española, han perecido víctimas de la esclavitud, las enfermedades europeas y el suicidio. La parte occidental de la isla ha sido cedida a Francia, que la llamó Saint-Domingue y se ha convertido en la colonia más rica del mundo. La mano de obra necesaria para trabajar en las muchas plantaciones es proporcionada por la llegada de esclavos africanos, que trabajaban en las mismas en cruelesy brutales condiciones.
A lo largo de los capítulos vamos conociendo los hechos acontecidos en estos años como la gran rebelión de esclavos que dio inicio a la Revolución Haitiana, el estallido de la guerra civil con la quema de la ciudad de Le Cap y la declaración de la emancipación de los esclavos en Saint Domingueo la declaración de la independenciade Saint-Domingue bajo el nombre de República Negra de Haití, entre otros. Este periodo es el más importante pero también conocemos la situación vivida en el resto de las Antillas y destacan acontecimientos vividos en Nueva Orleans, donde se refugiaron muchos emigrados de Saint Domingue y donde también existían plantaciones con esclavos, aunque empezaban a verse movimientos para abolir la esclavitud.
No solo el contexto histórico se ha cuidado con detalle sino que esta minuciosidad se extiende al resto de ámbitos recogiendo por ejemplo la estructura que había en la sociedad, las diferentes clases sociales existentes, la forma de vida de los colonos, la estructura de las plantaciones, la forma de vida de los esclavos o las relaciones existentes entre blancos y negros. Entre todos ellos destaca especialmente todo lo relativo a la esclavitud pues nos permite hacernos una idea de cómo era la vida de un esclavo, las condiciones en las que trabajaban, su relación con los amos, la condición que adquirían sus hijos nacidos también en la esclavitud, el trato inhumano recibido o la brutalidad que sufrían, sin tener ningún valor sus vidas. Resulta por ello una lectura muy interesante aunque también es un tema duro y triste que la autora ha recreado sin adornos, reflejando la situación tal cual era en el periodo.
Como veis, La isla bajo el mar es una novela en la que tienen cabida multitud de temas y es por ello que creo que su lectura puede resultar interesante para todo tipo de lectores. Tanto si estáis interesados en el periodo histórico como si disfrutáis con las historias de personajes fuertes y de superación personal, creo que merece la pena descubrir la historia de la esclava Zarité. Isabel Allende logra una vez más construir una emotiva historia en la que destacan tantos sus sólidos y complejos personajes como el contexto histórico en el que se sitúan y que ella recrea con minuciosidad, logrando que el lector se involucre desde las primeras páginas y disfrute de una lectura de lo más entretenida e instructiva.
FUENTES: imagen autora
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