Nosotros también somos participes de este desastre global sin precedentes, los conflictos de todo tipo y las guerras que se están y se irán incrementando sucesivamente serán dentro de poco tiempo la forma de convivencia que tendrá lugar a nuestro alrededor.
¿Conoce usted Nauru? Esta tranquila isla del Pacífico, la república independiente más pequeña de la tierra, fue uno de los países más ricos del mundo entre 1970 y 1980. Hoy, transcurridos unos años, es una isla devastada, un estado en ruina. Todo comenzó con el descubrimiento y explotación de fosfato, el «regalo de los dioses», a principios del siglo XX. Con la independencia de Nauru, en 1968, millones de dólares llegaron a la isla. Con estos formidables ingresos, el estado y los habitantes adoptaron un modo de vida occidental, consumista, gastando sin darse cuenta de que el fosfato no era eterno. El fosfato se agotó en la década de 1990. A partir de ese momento, cargada de deudas, la isla cayó en manos de los acreedores bancarios, hasta convertirse en un paraíso fiscal. En la actualidad, Australia alquila tierras en Nauru, donde ha levantado campos de refugiados expulsados de su país. Los pocos habitantes que quedan piensan en el exilio...Desastre ecológico, ruina económica, hiperconsumo, enfermedades crónicas: la historia de Nauru es, en parte, nuestra propia historia. Este relato es un ejemplo perfecto: cómo el sueño de la prosperidad puede convertirse, en pocos años, en una pesadilla. ....