“La isla”, un sublime duelo actoral al servicio de un texto a la vez sobrecogedor y cercano

Publicado el 06 noviembre 2020 por Ponferradahoy @ponferradahoy

Ada y Laura son una pareja que se enfrenta cada noche al dolor, a un dolor profundo y, a veces, inconfesable que se ha apoderado de sus vidas y las ha convencido de que no hay posibilidad alguna de escape. O quizá si. Pero reconocerlo abiertamente puede llevarlas a un rincón demasiado oscuro y solitario. Ese oscuro rincón llamando conciencia. “La isla” explora esa fina línea que separa lo que sentimos de lo que podemos reconocer que sentimos frente a los demás y frente a nosotros mismos. A fin de cuentas, dice el autor de la obra, todos somos una isla rodeada de agua y soledad.

El argumento, estructurado en una meditada ambigüedad entre realidad y ficción, gira en torno a una historia de amor entre dos mujeres de diferentes edades e inquietudes culturales que, a pesar de sus diferencias, han conseguido mantener una relación de pareja estable durante años. Y no lo han tenido nada fácil. La mayor parte de su vida en común han tenido que lidiar con la crianza de un niño discapacitado cuya exigencia de cuidados ha sido tan alta que ha mermado su amor.

El autor, Juan Carlos Rubio, que también dirige una función escrita expresamente para la compañía granadina Histrión Teatro y para sus dos magníficas actrices, Gema Matarranz y Marta Megías, ha explicado algunas claves de la pieza: “La sociedad nos ha ido domesticando a la hora de expresar el dolor, aleccionándonos para cumplir con lo políticamente correcto, para incluso durante las más terribles desgracias asumir el papel a medida que nos han escrito las normas de convivencia. Pero ¿qué sucede cuando sentimos lo que no se debe sentir, lo que no se puede sentir? ¿Qué sucede cuando el dolor nos sobrepasa y queremos huir de él? ¿Nos convertimos en depredadores, conectamos con el lado más salvaje de nuestra naturaleza, con ese animal cargado de instintos primarios que somos? ¿Deseamos sobrevivir a cualquier precio?

La crítica ha destacado tanto el trabajo dramatúrgico como el actoral. “Juan Carlos Rubio ha imaginado y dirigido una pieza sublime en la que el dolor sirve de espina dorsal a esta pareja de mujeres formada por Ada y Laura que asisten a la vigilia de un hijo enfermo. La interpretación de Gema Matarranz y de Marta Megías (precioso descubrimiento) raya la perfección (…)  Una obra que, auguro, será traducida y buscada por actrices de medio mundo para representarla”, ha escrito un crítico.

Jueves, 12 noviembre. 19,30 horas