La izquierda de Rajoy

Publicado el 06 abril 2011 por Abel Ros

La perspectiva histórica de los  ciclos pendulares de la economía mixta de mercado, nos muestra la correlación falaz entre periodos de crecimiento asociados con marcos politicos liberales y, por otro lado,  etapas de estancamiento  económico vinculadas a ejecutivos progresistas.
La crisis financiera occidental de principios de los años noventa puso la voz de alarma ante los desequilibrios estructurales del modelo económico español. La ilógica productiva basada en un consumo exacerbado de  ”ladrillos”, en contraste con una demanda anémica externa de productos industriales y agrícolas,  pasaron la primera factura a la sociedad de aquellos tiempos, con picos de desempleo del 22% en contraste con tasas de actividad inferiores a las actuales.
Las recetas neokeynesianas auspiciadas por las recomendaciones teóricas y mediáticas de Krugman y Samuelson; amortiguaron la caída brusca del sector del “cemento” y aseguraron la protección social garantizada por el Estado del Bienestar.
La subida de impuestos y el endedudamiento consecuente de la crisis pasada, propició la pérdida de la mayoría absoluta del Señor González y las alianzas parlamentarias con las filas de Pujol.
La campaña  de descrédito  contra el desgaste sistémico del “felipismo” auspiciada por medios afines a las siglas populares consiguió instaurar en el ideario colectivo la ecuación dolosa; ”socialista igual a corrupción”, con el consiguiente cambio de ciclo político abanaderado por el señor Aznar.
Las directrices actuales de la política neoliberal monetaria europea ha suscitado  los cambios de las recetas keynesianas de los noventa,  por las clásicas del señor Smith, en pro de los mercados y en detrimento del intervenconismo estatal.
La incoherencia entre la ideología socialdemocráta y la praxis liberal,  llevada a cabo en los últimos meses por los socialistas ha beneficiado profundamente las ilusiones truncadas en la bancadas populares.
Con dos derrotas electorales y unos resultados mediocres en todos los sondeos metroscópicos, Mariano Rajoy se presenta como  alternativa de gobierno ante un pueblo castigado por la gestión nefasta de sus recursos escasos.
La reducción de la crisis económica a la figura del señor ZP y la ausencia de propuestas al respecto,  ha beneficiado a los populares en su camino hacia la moncloa.
La falta de colaboración con el gobierno y el “negativismo antropológico” del señor Rajoy, nos invita a reflexionar sobre la dicotomía entre el sueño de un perdededor y la pesadilla de un pueblo sacudido por el movimiento pendular de los mercados.
La probable abstención de la izquierda ante “la derechización de su partido”, auspiciada por las directrices liberales europeas, devolverá a los populares el poder con los “brotes verdes más frondosos ” y la vislumbración de la luz al final del túnel.
La “izquierda de Rajoy” representada por la indignación de miles de parados ilusianados con el mensaje de salvación de Mariano,  junto con la reorientación del voto hacia otras fuerzas del mismo color politico, como castigo a las siglas de PSOE, otorgará probablemente la ansiada victoria a la banacada popular.
Sin ninguna medida sobre la mesa, la salvación hacia la crisis vendrá plagada de recetas neoliberales marcadas por la fórmula “aznarista” de más mercado y menos Estado.
De nuevo “la mano invisible” de la riqueza de las naciones, llenará los bolsillos vacíos de españoles, mediante la insuflación de consumos insostenibles,  a esa burbuja de riqueza ficticia; que tanto daño ha hecho el ruido de su explosión, y que muchos nostálgicos del dinero fácil, quieren a gritos volver a inflar.