La joven liebre

Por Ana Undurraga

la joven liebre de Durero en Albertina. Viena


Visité Viena hace por lo menos 25 años y entre los recuerdos que guardo me viene siempre a la memoria una imagen de una acuarela de Durero, “la joven liebre” fechada en 1502. 
En aquel momento yo había empezado a pintar si se puede decir “en serio” y realizaba en Burgos mi primera exposición de obras al óleo. Ahora, transcurrido el tiempo, veo que la acuarela siempre estuvo ahí, rondando, de modo más o menos autodidacta, pintaba acuarelas para mi, desde hace un tiempo es la técnica que he empezado a conocer más en profundidad, con la que disfruto enormemente y que me da muchas satisfacciones. Ahora me dicen Acuarelista.

Gran mata de hierba de Durero en Albertina. Viena


Las circunstancias de la vida me han llevado de nuevo a Viena y no quería quedarme sin visitar de nuevo la Albertina. Mis recuerdos no se corresponden con lo que he visto en la actualidad, casi como que lo que vi hace 25 años ahora no estaba, incluso el edificio era diferente en el recuerdo. Pero, haciendo un acercamiento a unas lujosas salas con muebles originales de la época de los Habsburgo, representando a los palacios clasicistas de le época, de repente vi que las paredes estaban adornadas con obras lujosamente enmarcadas. De un suntuoso salón a otro, en la última de las salas allí estaba la liebre.

Estudio de cabeza de un anciano de Durero en Albertina. Viena


Una obra de dimensiones pequeñas, 25,1 x 22,6, en acuarela, un trabajo de observación y de gran maestría. Durero muestra en ésta y en otras obras, un gran interés por la naturaleza y los seres vivos, al parecer una visión que resultaba nueva en el panorama artístico de la época de hace más de 500 años. Dicen que se puede ver reflejado en el ojo de la liebre el estudio donde trabajaba Durero. Aparece su firma en la parte inferior, AD y el año 1502, esto dicen que es señal de que se trataba de una obra acabada y no de un estudio preparatorio. Esto me lleva a pensar, que a pesar de ser una obra en papel, ejecutada con acuarela, tiene tanto valor o más que obras realizadas con otras técnicas y la prueba de ello, la expectación que hubo cuando fue expuesta en Madrid en 2005. Que han transcurrido 500 años y esta humilde acuarela sigue siendo la estrella. 

Albertina en Viena

Salones de gala de los Habsburgo en Albertina en Viena


En el acceso escalera a los apartamentos imperiales Albertina. Viena

Suelos de parquet en los salones de gala de los Habsburgo en Albertina. Viena