La supuesta estrategia defraudadora de Leo Messi, que ha sido el mejor deportista latinoamericano pagado en 2013, consistía en simular, supuestamente, la cesión de sus derechos de imagen a sociedades instrumentales radicadas en paraísos fiscales y, paralelamente, formalizar contratos de licencia, agencia o prestación de servicio con otras sociedades ubicadas en jurisdicciones de conveniencia, como Reino Unido y Suiza.
De este modo, los ingresos Messi transitaban presuntamente desde estos países europeos hasta las sociedades ubicadas en los paraísos fiscales sin someterse prácticamente a tributación alguna y "con total opacidad" frente a la Hacienda Pública española.