Lo hizo a la vez que se declaró incompetente, fundamentando que la causa tenía conexidad con otra en el que también había sido imputado Martínez, y en la misma había intervenido la Sala II, por la cual decidió su remisión a dicha sala.
De su repentina “incompetencia” los jueces se dieron cuenta después de fijar dos audiencias, primero fue la del 29 de noviembre que suspendieron 24 horas antes para fijar nueva fecha para el día de hoy.
Estas dilaciones reflejan que la impunidad de Gerardo Martínez es una cuestión de Estado.
El intento de cerrar la causa ha sido combatido en la calle para terminar con la impunidad que Martínez tiene desde hace 30 años, es gravísimo que un ex agente de inteligencia y miembro del aparato represivo de la dictadura continúe gozando de los privilegios que le da su estrecha relación con el gobierno nacional.
Exigimos respuesta inmediata, basta de impunidad.
Víctor Grossi, comisión directiva del Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Construcción y afines (Sitraic).