Esta preciosa obra forma parte del mayor encargo que el pintor alemán recibió del rey español Felipe IV, 120 lienzos que debían decorar la Torre de la Parada, proyecto en el que también participaron otros pintores de la talla de Velázquez. Más de 60 cuadros tenían como temática escenas mitológicas.
El cuadro describe la creación de la Vía Lactea según la Metamorfosis de Ovidio. Hércules era hijo de Júpiter y de la ninfa Alcmena. Cuenta la historia que su padre lo colocó al pecho de su esposa Juno mientras dormía para que su leche le hiciera inmortal. Al despertarse y ver al niño lo apartó con brusquedad. La leche se derramó en la bóveda celeste y creó la Vía Lactea.