‘La ladrona de libros’, buscando un reconocimiento que no merece.

Publicado el 03 enero 2014 por Maresssss @cineyear
in opinamos / by Josué Vicente Moreno / on January 3, 2014 at 11:45 am /

 Sinceramente el trailer no me terminó de gustar, es más ya la vi un poco ñoña y con pinta de edulcorarla un poco así que fui con expectativas bajas a verla con la mentalidad de que me iba a aburrir teniendo en cuenta que la cinta dura más de dos horas por lo cual no esperaba gran cosa y efectivamente la cinta no me ha sorprendido aunque tampoco he encontrado una mala película.

La película cuenta con dos grandes actores como lo son Geoffrey Rush (‘El discurso del rey’) que empatizas con su personaje de padre blandito y cariñoso y con la dura y estricta madre Emily Watson (‘War horse’) que también brinda una buena actuación. La banda sonora de John Wiliams (‘Star Wars’) siempre es agradable de escuchar y en esta cinta no desmerece aunque no sea de sus mejores composiciones. La dirección de Brian Percival (‘Downton Abbey’) es correcta dentro de lo que cabe ya que en los momentos clave de la cinta lo rueda de una forma correcta aunque tampoco sobresale mucho. La historia en su base llama la atención como prácticamente todas las historias relacionadas con la segunda guerra mundial y el nazismo. Tiene momentos interesantes y crueles como la escena de la noche de los cristales rotos y alguna que otra escena donde se enfoca bien como eran los nazis. El ritmo no desentona del todo y entretiene la mayor parte del tiempo además de que el vestuario y la ambientación también están bien logrados. Destacar también el detalle de que la cinta esté narrado por la propia muerte lo que le da un toque irónico a la cinta.

Cuando llegamos al término guión y personajes nos encontramos con sentimentalismo barato de telefilm con una protagonista Sophie Nélisse (‘Profesor Lazhar’) que no llega a entusiasmarme mucho su personaje no por su actuación porque es correcta pero no llega a transmitirme ni siquiera lástima. El niño rubito es bastante repelente y deja un momento en la parte final rídiculo que provocará risas cuando es lo último que busca. El judío interpretado por Ben Schnetzer se pasa prácticamente toda la película sufriendo y llorando y desaparece sin dejar rastro para luego volver a aparecer de una forma un tanto forzada e inexplicable buscando la lágrima. Le sobra metraje y hay momentos en que se hace monótona y repetitiva. Le falta crueldad y el final destroza una cinta que podría haber sido interesante si hubiera cortado en cierto momento donde podría haber dejado un final bastante bueno.

Una cinta más del montón con pretensiones para buscar el oscar intentando sacar lagrimones a rajatabla con momentos ridículos y con un final deplorable que podría haber arriesgado mucho más y no recurrir a lo forzado y lo ñoño. No me pareció mala pero no es lo que aparentemente ofrece y mucho menos es una cinta que merezca premios. Eso sí, para pasar la tarde en casa está bien pero para invertir dinero en ella no os lo recomiendo.

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