Un territorio con história
La confluencia del río Tajuña y Jarama ha favorecido el desarrollo de una rica vega ocupada por el hombre desde la prehistoria, más tarde por los carpetanos y los romanos que crearon la ciudad fortaleza de Titulcia. También llegaron las invasiones bárbaras y los visigodos que relevan a los romanos en el control del territorio, aunque no dejaron rastros, siguieron los árabes y ya con la reconquistada pasan a pertenecer a Segovia hasta que en 1480 el pasa a manos de los potentes marquesados locales.
En el S XVIII, como consecuencia de la construcción de un puente sobre el río Tajo cerca de Aranjuez, el camino de Titulcia pierde importancia y con ello está localidad va quedando en el olvido. Sin embargo, Chinchón continuó manteniendo su importancia y de hecho fue aquí en donde en 1706 se proclamó rey a Felipe V, quién concede a la ciudad el título de Muy Noble y Muy Leal.
En 1937, durante la guerra civil, todo este paisaje fue testigo de la cruenta batalla del Jarama y Titulcia fue reducida a escombros.
Chinchón corrió distinta suerte y es un pueblo que ha conseguido conservar su estructura medieval. La plaza mayor, de gran belleza, está rodeada por soportales y 234 balcones. En la ciudad hay interesantes muestras de arquitectura y pintura entre la que destaca el retablo de la Asunción de la Virgen pintado por Goya.
Por la existencia de una rica vega y cultivos de secano, la zona cuenta con una rica gastronomía. Asados en horno de leña (cordero y cabrito), migas de pastor, judías chinchoneras, patatas chulas, potaje de vigilia, etc. También se produce vino, aceite de oliva, queso de oveja y hay una destilería de anís. La panadería y bollería es rica y variada, en donde el Convento de las madres Clarisas ha sabido guardar la tradición: pastas, perrunillas, roquillas, mantecados, hornazo, panes de la suerte, tetas de novicia, pelotas de fraile, milhojas, etc.
La naturaleza
Originalmente este territorio ha sido el fondo de un gran mar interior, que tras secarse dejó una gruesa capa de materiales salinos y yesíferos. Luego, durante millones de años, los ríos se han ido encajando y han creado valles con un rico sustrato. Los ríos discurrían formando meandros que al abandonarse daban lugar a lagunas.
En este tramo de la vega del Tajuña había varias de estas lagunas, que poco a poco se han ido colmatando, drenando y destruyendo. La Laguna de San Juan es una de las lagunas que fue restaurada en la década de los 80m del siglo pasado. Está en el borde del valle, junto a los cantiles sobre los que se extiende el páramo yesífero, por lo que es una zona de marcado contraste geológico y paisajístico. Tiene 900m de longitud por 375 m de anchura con una profundidad variable en función de los aportes hídricos, pues se alimenta fundamentalmente de aguas subterráneas pero también de agua de lluvia.
En la paramera que está sobre la alguna hay una gran dolina, que es un hundimiento del terreno originado por la disolución de las rocas por el agua de lluvia. Lamentablemente es utilizada como vertedero.
La laguna está rodeada por un denso cinturón de vegetación palustre, en donde predomina carrizo, espadaña y junco, pero también hay algas, ranúnculos, lirios y otras muchas especies.
El sustrato gipsófio de los cerros y paramera es muy hostil a la vegetación, por lo que las plantas que lo habitan están muy especializadas, dando lugar a una flora muy peculiar con varios endemismos ibéricos. Una especie muy abundante en estos secarrales es el esparto, cuyas fibras eran utilizadas para elaborar escobas, esteras, capachos, calzado, etc.
Entre la fauna destacan las aves, sobre todo las acuáticas y palustres. Destaca la presencia de calamón, aguilucho lagunero, garza imperial, carricero común, pájaro moscón, que en invierno se ven enriquecidos con muchas otras especies (cerceta común, porrón común y moñudo, ánade silbón, ánade friso, pato cuchara, pato colorado, etc.). En los cortados hay lechuza, paloma zurita, grajilla, abejaruco, avión zapador, gorrión chillón y collalba negra, mientras que en las parameras hay avutarda, alondra, perdiz, alcaraván, etc. También destaca la presencia de galápago común y ocasionalmente la nutria.
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