La Laponia noruega

Por Nagore @nagorerodriguez

La aurora boreal colorea el cielo invernal de las poblaciones y fiordos noruegos que se extienden al norte del Círculo Polar. La región más septentrional de Europa es la tierra del pueblo sami y un lugar inmejorable para disfrutar de la nieve. Lo más habitual es volar hasta la ciudad costera de Tromsø, 1.700 kilómetros al norte de Oslo, la capital noruega. Tromsø es una puerta de entrada idónea al paisaje y la cultura de Finmark, con parques nacionales donde los glaciares se precipitan al mar encauzado de los fiordos, y aldeas de tradición pescadora que permanecerían aisladas si no fuera por las conexiones marítimas regulares. La ciudad de Alta, 300 kilómetros al norte, es probablemente el mejor lugar para contemplar auroras boreales, el fenómeno atmosférico que tiñe el cielo con sus extrañas formas y colores. En el Museo de Alta se conservan las pinturas rupestres que hace más de 3.000 años trazaron en rojo los antepasados de los finn o sami, y que han sido consideradas Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Las localidades noruegas de Karasjok y Kautokeino reúnen la mayoría de población sami, los pobladores de la tundra escandinava, que aún mantienen muchas de sus antiguas tradiciones. El alojamiento en cabañas de madera en Karasjok es una opción muy atractiva para conocer la naturaleza de Finmark. En el centro de Karasjok se encuentra el Museo Nacional de la Cultura Sami, que posee una destacada colección de ropa, utensilios, armas de caza, tiendas y una choza de 1870. Kautokeino, a hora y media de conducción, es otro núcleo importante para los sami, y un destino muy apreciado para los amantes de los deportes de nieve. Por otro lado, en la isla Seiland, declarada parque nacional, se localizan los glaciares más septentrionales de Europa, picos por encima de 800 metros de altitud y algunos de los fiordos más bonitos del país. Un corto trayecto conduce a Hammerfest, la ciudad situada más al norte del mundo, que se asienta sobre una isla próxima a Kvalsund. Los renos errantes campan por los prados de las afueras como antes de la llegada del turismo, cuando la población vivía de la pesca, la caza, el curtido de pieles de reno y zorro. 
Finnmark es el nombre de la región que ocupa la Laponia noruega. Se localiza en el norte del país, 1.000 km por encima del Círculo Polar Ártico. Las ciudades de Tromsø y Alta son la entrada a este territorio de la cultura sami. 

A TENER EN CUENTA 
Para visitar Noruega se necesita el Documento Nacional de Identidad. Los idiomas oficiales son el noruego y el sami, frecuente en Finnmark. El krone o corona noruega es la moneda nacional. En invierno es imprescindible equiparse contra el frío, con prendas térmicas, calzado impermeable, gorro y guantes. De todas formas, en los puntos donde se contratan las excursiones se puede alquilar la vestimenta adecuada. 

LLEGAR Y DESPLAZARSE 
Desde España varias compañías aéreas regulares y de bajo coste viajan hasta Oslo, la capital noruega. En su aeropuerto se enlaza con vuelos domésticos hasta Tromsø y Alta, principales accesos a Finnmark. Si se desea recorrer por libre la región se puede alquilar un vehículo en el aeropuerto de llegada. Los principales núcleos están unidos por líneas de autobús. Es habitual cubrir distancias cortas desde Alta en vuelos a los aeródromos de Hammerfest, Karasjok y Cabo Norte. Otra opción es unir algunas etapas en transbordadores o en el crucero Hurtigruten, un expreso costero que recorre los fiordos y realiza parada en 34 puertos. La embarcación permite llevar el coche a bordo.
ALOJAMIENTO 
Las oficinas de turismo noruegas venden el Fjord Pass, un abono con el que se obtienen descuentos en alojamientos. Laponia dispone de una red hotelera que puede consultarse en la página www.finnmarkhotellforening.no. Destacan las opciones propias de la región como los hoteles lavu, en los que se duerme en las tiendas tradicionales de los sami, y en iglús de hielo. 


TROMSØ Y ALTA

Másde 1.000 km al norte del Círculo Polar Ártico se sitúa Tromsø, la mayor ciudad de la zona, donde se conservan ejemplos de arquitectura rural en madera. Se emplaza en una región de gran atractivo natural, con parques nacionales, fiordos y cascadas. 300 km al norte se asienta Alta, a orillas del río Altaelva, uno de los enclaves más poblados de la zona (15.000 habitantes). Concentra mucha infraestructura como agencias de turismo activo donde contratar excursiones y actividades por la región: rutas en motonieve o en trineos tirados por perros husky, rafting por ríos que desembocan en fiordos, y salidas de esquí estilo telemark o nórdico (con el talón libre). A 5 km del centro se sitúa el Museo de Alta, emplazado en el yacimiento de Hjemmelut, con pinturas rupestres declaradas Patrimonio de la Humanidad en 1985. 

TROMSØ

KARASJOK Y KAUTOKEINO 
Estas dos ciudades representan la esencia de la cultura sami –el 90% de sus habitantes–. En Karasjok, a 170 km de Alta, se localiza el Parlamento sami, la Biblioteca Nacional y el Centro Cultural Sami. Kautokeino alberga diversas instituciones culturales. Desde ambas localidades salen expediciones a campamentos sami donde se puede pernoctar y realizar actividades como conducir trineos de renos o pescar en ríos y lagos de hielo. 

KAUTOKEINO

HAMMERFEST Y CABO NORTE 
Hammerfest es la ciudad más septentrional del planeta y paso obligado en la ruta al Cabo Norte, a 21 km de distancia. Se recomienda visitar el Club del Oso Polar, un centro divulgativo sobre la historia local. Desde Hammerfest se proponen paseos en trineo y en motonieve, salidas para ver las auroras boreales –la época más propicia es de octubre a marzo– y excursiones a Cabo Norte, donde un túnel subterráneo conduce hasta el gigantesco globo terraqueo de metal que señaliza el cabo europeo más septentrional. 

HAMMERFEST



EL PUEBLO LAPÓN El pueblo lapón, saami o sami habita en Laponia, una región que se extiende por el norte de Noruega, Suecia, Finlandia y la península de Kola, al noroeste de Rusia. Son aproximadamente unas 82.000 personas. No existen estadísticas oficiales de su población, pero se estiman que viven unos 50.000 en Noruega, 20.000 en Suecia, 10.000 en Finlandia y 2.000 en Rusia.Los arqueólogos han hallado evidencia del poblamiento de las costas árticas escandinavas desde hace 11.000 años hasta hace 6.000 años por un pueblo que vivía de la pesca y la caza de renos salvajes. También han encontrado cerámicas de los antepasados de los lapones que datan de hace 3.500 años. Actualmente se considera a los lapones como la población aborigen de Escandinavia y reivindican sus derechos como pueblo indígena.La lengua lapona se divide en tres dialectos principales: el lapón oriental, el lapón central (incluido el lapón del norte, el lapón pite y el lapón lule), y el lapón meridional. Los primeros rastros escritos de la lengua lapona se remontan a los años 1600, con la traducción de la literatura misionera. Pese a la "norueguización" de finales del siglo XIX y principios del XX, la lengua lapona recobró su importancia después de la Segunda Guerra Mundial.La cultura tradicional lapona ha estado fuertemente influenciada por las actividades de la caza y la pesca. Hoy día, apenas una escasa proporción de los lapones (tal vez 10%) son nómadas que se dedican a la cría de reno, pero esta dimensión tradicional de la vida de los lapones sigue siendo preponderante en la cultura de este pueblo. La pesca en los fiordos también ocupa un lugar importante en la vida y la cultura lapona.La música tradicional es llamada canto Yoik.El uso de la palabra lap(p), de la que deriva el español "lapón" es originario de Suecia y Finlandia. En Escandinavia "lapp" es un exónimo también significa ropa de mendigo. La palabra también se utiliza como "inculto" y "tonto", además de otros significados como "periférico".1 Este término nunca se ha usado en los idiomas lapones, puesto que los lapones se refiren a sí mismos como Sámit (los samis), o Sápmelaš (de la familia Sami).En la actualidad, los medios de comunicación escandinavos no usan otro término que no sea Sámis. Las instituciones y medios de comunicación usan la palabra Sámi. El término "lapp" es considerado peyorativo.Beiwe es la diosa de la fertilidad y de el amor, la primavera, el Sol y la cordura venerada por los lapones. En el mito sami, viaja con su Beiwe-Neia a través del cielo en un recinto cubierto por huesos de reno, con lo que vuelven las plantas verdes en la tierra después del invierno, para que los renos puedan comer. También era llamada a restaurar la salud mental de los que se volvieron locos debido a la continua oscuridad del largo invierno.Los adoradores de Beiwe sacrificaban renos blancos hembras, y con la carne, hacían hilos y palos, adornando la cama con cintas de anillos. También cubrían sus puertas con mantequilla para que Beiwe pudiera comer y así comenzar su viaje una vez más. Esto se llama el Festival de Beiwe. Está asociada a la fertilidad de plantas y animales, en particular, el reno.