Cualquier perro con miedo, desconfiado o apaleado que ha entrado en nuestro refu, se ha dado cuenta enseguida de que aquí no les hacemos daño, que lo queremos y que estamos aquí por él, ... por mucho que desconfíen siempre han terminado confiando en nuestras manos, nuestras intenciones ... Sombra no. Sombra se sigue escondiendo cuando llegamos los voluntarios, y por ejemplo conmigo; cuando me ve llegar con mis compañeros, se esconde, pero cuando aprovecho y entro sola a verle, se acerca, se tumba en mi regazo y se deja manosear, besuquear, etc ... pero si se acerca otra persona, vuelve a esconderse detrás de la puerta de su caseta.Ellos suelen salir al jardín a correr, y cuando llega la hora de entrar, basta con llamarles, y todos entran, pero Sombra se queda lejos esperando a que nos apartemos de la puerta para poder entrar tranquilo. Sombra ha estado en la playa conmigo, y cuando hemos bajado a la calle es un espectáculo, mira en todas direcciones con miedo y se mantiene pegado a mi pierna, jamás baja la guardia, por lo que no se relaja y no disfruta el paseo. Sombra no consigue recuperarse de lo que ha vivido, a pesar del cariño que recibe, que en ocasiones es más de lo que reciben los demás, precisamente por esa pena que despierta.Con los perros es ejemplar, jamás hemos tenido problemas con él y algún otro macho o hembra, jamás. Acepta a todos, a todos sin excepción.
Él teme a las personas, no a los animales.
Sombra es un perro muy especial y traumatizado por algún motivo que preferimos no pensar o suponer. Después de años en el refugio continúa sin acercarse a muchos voluntarios y se esconde en un rincón cuando ve a gente nueva, sin embargo con algunos de nosotros se tumba, juega y se acerca con normalidad, pero es muy tímido y miedoso.
La adopción de Sombra es junto con la de dos perros más del refugio la más deseada, porque él ha visto cómo llegaban perros nuevos, se iban adoptados pero él continúa allí; acepta a todos, con todos se lleva bien, pero él nunca se va.Y bueno, tengo mil cosas más y anécdotas mil, pero creo que te haces una idea."Hay muchos animales que cuando entran en un refugio es para no salir jamás, para no conocer un hogar nunca, algunos entran siendo cachorros.
Sombra es uno de esos perros que lleva años siendo un refugiado. Es un perro invisible, su miedo le empuja a meterse en el último rincón del refugio cuando llega gente. Va allí donde nadie le vea, donde pueda pasar desapercibido. Cuando entramos y lo vemos allí, en su rincón, escondido, casi casi mirando a la pared, como si estuviera "autocastigándose", nos mira y parece que piensa ¡mierda! ¡ya me han encontrado! Su miedo echa a la gente para atrás pero él solo necesita tiempo para confiar en ti, necesita saber que no vas ha hacerle daño. Cuando nos quedamos solos, me busca, me da con su cabecita en la mano para que sepa que está allí, a mi lado, y me miraba con esos ojitos que solo sabe poner él y que enamoran. Solo quiere unas caricias, unos besos, unos mimos, quiere sentirse querido aunque solo sea un ratito… Sombra tiene 8 años y lleva 7 con nosotros, por favor, no dejemos que siga envejeciendo en el refugio, ayudanos a que conozca lo que es el calor de un hogar. Si puedes ayudarnos escribe a adopciones@elrefugioescuela.com