Un estudio realizado en la Universidad de Gotemburgo (Suecia) ha demostrado que los niños que toman leche materna tienen una respuesta inmunológica más fuerte frente al 'helicobacter pylori', bacteria causante de las úlceras pépticas y el cáncer de estómago. Los anticuerpos de la leche materna protegen a los pequeños de infecciones tempranas con esta bacteria. Los niños que reciben grandes dosis de anticuerpos a través de la leche materna activan su sistema inmune de manera más efectiva al encontrarse con la bacteria, en comparación con los niños que no toman el pecho. La leche materna es capaz de activar de manera más efectiva las células T en los pequeños, esenciales para que entren en acción la mayoría de las partes del sistema inmune. Este hallazgo podría ayudar en la creación de una vacuna eficaz contra los trastornos gástricos en niños pequeños.