La lechera del cuento

Por Mimaki

Iba alegre la lechera camino del Parlamento, sencilla y graciosa,
llevando sus cantarillos llenos de encuestas favorables.
En cuanto venda la tendencia, fantaseaba, compraré un canasto
de escaños que venderé a cambio de apoyos parlamentarios.
Con lo que me den por ellos, compraré un buen ramillete de votos
que cambiaré por la derogación de la Ley del Aborto, la paralización
de la Memoria Histórica, la supresión de impuestos a las grandes fortunas...
Ya se imaginaba la simpática lechera correteando por la Conferencia
Episcopal, recibiendo bendiciones y parabienes, cuando un individuo
de grandes bigotes le puso la zancadilla, provocando que se diera una
galleta tan considerable que hizo añicos sus cantarillos de encuestas.
Lo que nadie se explica es por qué, sobre la intencion de voto
derramada, se encontró una bolsa de madalenas.