“La legión perdida” de Santiago Posteguillo: el final de la trilogía de Trajano

Publicado el 25 febrero 2019 por Rous85

Santiago Posteguillo recrea en “La legión perdida” los últimos años del gobierno de Trajano

“La legión perdida” pone punto y final a la trilogía de Santiago Posteguillo sobre el emperador Trajano. Aunque me da un poco de pena que se acabe esta trilogía que me ha tenido enganchadísima durante un par de meses, este libro se me ha hecho un poco más pesado que los anteriores y ha bajado el nivel con respecto a ellos, pero sigue siendo una lectura muy recomendable. Te lo cuento todo en mi reseña.

Santiago Posteguillo vuelve a retomar la historia en “La legión perdida” poco después de donde la dejó en “Circo Máximo”, con un Trajano que ha vuelto victorioso de sus incursiones en la Dacia, pero que ahora quiere seguir con su sueño de conquistar más territorios orientales y se centra en cruzar el Éufrates para rendir a los partos, una espinita clavada en el pueblo romano desde que en tiempos de Julio César una legión liderada por Craso desapareciera sin dejar rastro. Pero Trajano no se deja llevar por la superstición y el miedo y está decido a terminar lo que Julio César comenzó. Además, el hispano intentará una misión para unir lazos con China y prosperar con el comercio de sus productos sin intermediarios. Para todo esto serán necesarias guerras, estrategias, alianzas y negociaciones que marcarán los últimos años del gobierno de Trajano hasta su muerte.

Esta última parte de la trilogía de Trajano vuelve a ser una lección de historia complementada con personajes y situaciones ficticias que surgen de la interpretación del autor. Por ejemplo, Santiago Posteguillo da una visión de Adriano, el sobrino de Trajano, como un hombre despiadado y cruel que no duda en traicionar a su tío e intentar asesinarlo varias veces para hacerse con el poder. Históricamente esto no queda muy claro y hay fuentes que son mucho más benévolas con Adriano. Con respecto a su sucesión, parece que Adriano era el más indicado para heredar el gobierno de Roma, pero Trajano no llegó a manifestar oficialmente esta decisión hasta el momento de su muerte y esto puede dar indicio a pensar que alguien (su esposa, por ejemplo) falsificó el documento. La visión de Posteguillo es simplemente su forma de interpretar lo que no queda claro en la historia y a mí, personalmente, no me molesta esta licencia como sé que le ocurre a otros lectores.

Mi mayor queja de “La legión perdida” deriva fundamentalmente de la trama tan confusa que presenta al insertar tantas líneas de acción en distintos países o pueblos con muchos personajes. Creo que con esto Posteguillo satura al lector y lo aleja de la trama principal, haciendo que la lectura se haga más pesada y perdiendo así el dinamismo de libros anteriores. Además, se cuenta la historia paralela de la legión perdida de Craso, lo cual sí es interesante, pero con demasiadas páginas en mi opinión.

En definitiva, te recomiendo “La legión perdida” siempre y cuando hayas leído las anteriores novelas, para terminar con la historia de este gran emperador que engrandeció Roma hasta límites impensables. Aunque es el peor de los tres libros, sigue siendo una lectura imprescindible si te gusta la temática romana e histórica y en general yo he quedado encantada con esta trilogía. Ahora voy a lanzarme con su otra gran trilogía “Africanus” de la que muchos lectores opinan que es incluso mejor que la de Trajano. Espero poder pronto darte mi opinión al respecto, pero ya sabes que estos libros tienen muchas páginas y puede que tarde más de lo que me gustaría.

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