La levedad de la caricia en un cristal

Publicado el 21 julio 2017 por Javier Marcos Angulo @clamorsegovia


Creo que tenemos una adicción muy generalizada incluso cuando estamos con nuestras amistades tomando algo o sencillamente hablando animadamente. Lo he observado muchas veces.
Ya sean dos, tres, cuatro o más personas, casi automáticamente sacamos nuestros móviles y empezamos a acariciar esos cristales líquidos y entonces ocurre todo lo contrario a la comunicación humana. Nadie habla con nadie, todas acarician.
No quiero decir que el progreso sea nocivo, estoy queriendo expresar que no podemos abocarnos en esa adicción que estoy indicando.
Acariciando el dichoso cristal (en este caso del teléfono móvil) no se hacen (mejor dicho) no se conservan las amistades, más bien se diluyen. Pasan a otro plano.
Al final notamos que vamos por un camino tan tecnológico que seguramente acabaremos con lo más preciado que tenemos los seres humanos: la comunicación personal, no la virtual.
¿Es bueno tener 'amigos', muchos 'amigos' en las llamadas redes sociales?
Me atrevo a decir que es cierto, que con dichas redes sociales he llegado a conocer a personas que yo denomino buena gente, pero no me gusta que podamos llegar a perder una de las cosas más interesantes de los seres humanos, la comunicación personal, por culpa de la levedad de una caricia en un cristal.