Todo proceso realizado de forma constante crea hábitos, estos hábitos son difíciles de quitar una vez nos hayamos acostumbrado a los mismos, por ejemplo: Cuando aprendemos a tocar música, al comienzo las notas se memorizan en la mente, después se relacionan entre sí por medio de la melodía y el ritmo, por repetición la melodía y el ritmo se fijan en la mente, el músico debe repetir muchas veces una melodía para poder dominarla, repitiendo muchas veces la melodía y memorizando el ritmo es como el músico logra producir la música.
Cualquier pensamiento que la mente repite una y otra vez crea un habito y luego de que ese habito este bien formado una especie de ritmo, una vez el habito se vuelva ritmo es casi imposible acabar ese habito porque nuestra naturaleza hace de cuenta de que ese habito es algo permanente en nosotros.
Nuestros actos y pensamiento crean hábitos, esos hábitos repetidos constantemente son ritmos, estos pueden ser buenos o malos, pero lo cierto es que la mayoría de veces desarrollamos ritmos perjudiciales para nosotros mismos, ritmos como el siempre pensar en el pasado, el darle mucha importancia al miedo, el convencernos de que no podemos hacer algo; Son pocas las personas que aprovechan su ritmo para auto-realizarse.
Nuestra mente vuelve algo natural en nosotros aquellas cosas en las que más pensamos en nuestro día a día, también lo que más hacemos, como la mente tiende a pensar más en lo negativo que en lo positivo, hace natural que vivamos llenos de temores y autolimitaciones, por consiguiente si queremos liberarnos de esas cosas ¡solo nos queda vivir enfrentando nuestros temores!, llenarnos de seguridad, de autoestima y no atormentarnos con nuestros propios pensamientos, cuando pongamos esto en práctica crearemos un nuevo habito y un nuevo ritmo en la naturaleza de nuestra mente y con ello nuestra antigua naturaleza que era estar llenos de temor e indecisión perderá su poder en nosotros.
Para saber mas de la ley del compas hipnotico, lee el Capitulo VI del libro Burlar al Diablo