La leyenda de Excalibur y el Rey Arturo

Publicado el 30 septiembre 2021 por Alexborras @alexborras

Excalibur es el nombre que recibe la mítica espada del Rey Arturo. Ambos han sido una fuente de inspiración para autores de todas las épocas y las leyendas artúricas han inspirado a autores de todas las épocas. Un mito que siempre está de actualidad, prueba de ello es la colección que le acaba de dedicar la editorial RBA: Las crónicas de Excalibur, donde nos encontramos con los grandes nombres propios de esta saga: el rey Arturo, el mago Merlín y el hada Morgana y la propia espada Excalibur con el reino de Camelot como escenario de fondo.

En este artículo he querido revisar algunas de las principales referencias históricas relacionadas con el mito.

La Excalibur española

España es una fuente de hallazgo arqueológicos de importancia mundial, como es el caso de Atapuerca o de la posible ubicación de la civilización más antigua de la historia de la humanidad bajo el parque de Doñana, a la que algunos identifican como la Atlántida de Platón.

El 10 de julio de 1998 se realizó un hallazgo de gran importancia en la sima de los huesos, se encontró una pieza magnífica para la industria lítica o un bifaz; siendo considerado un instrumento icónico de la prehistoria y se le dio el nombre de Excalibur.

Esta expedición fue encaminada por Juan Luis Arsuaga, Eudald Carbonell y Jose María Bermúdez, para encontrar esta hermosa piedra tallada que debió ser empleada como hacha de mano ya que cuenta con unas características y una localización bastante singular.

La Sima de los Huesos en Atapuerca se considera como un yacimiento esencial para la paleoantropologia, con más de 30 años de excavaciones, numerosos fósiles con una antigüedad de más de 430.000 años que muestran la creación de artefactos y de la vida en esta época.

Esta pieza que pertenece a la industria lítica, fue tallada en cuarcita roja y marrón, siendo desconocido su uso ya que al ser hallada se encontraba bastante erosionada, siendo considerada como la primera herramienta votiva.

Cuando se encontró se inició el retiro del sedimento y se comienza la perfilación de la piedra en donde se comenzó a notar bordes tallados que son cortantes, los cuales se ubicaban en la parte de atrás del bifaz.

Para la realización de la excavación completa del bifaz tiene una medida de 155,8 milímetros de longitud, 98,5 milímetros de ancho y 49,87 de grosor, siendo esta una piedra roja que cuenta con una capa exterior color ocre.

Esta pieza es bastante extraña por la tonalidad que tiene, ya que no se parece a la cuarcita que se encuentra en la región, en las terrazas del río Arlanzón.

Esta pieza pertenece a la industria lítica y se ubicó en compañía de unos treinta esqueletos, por lo que se piensa que era empleado como un objeto simbólico que se habría colocado en el yacimiento, en compañía de otros cuerpos humanos como una ofrenda.

Se cree que el bifaz es un elemento simbólico, pero no se asegura, ya que es de gran importancia. conocer la casualidad de la ubicación de Excalibur, ya que no se conoce específicamente el cómo ni por qué que llegó a la Sima.

Para encontrarse allí pudo caerse de forma accidental, pudo haber sido lanzado o pudo estar perdido, ya que durante la excavación se encontraron los cuerpos de 30 personas que se hallaban en el mismo sitio, ya que se puede tomar como un hacha cercada por gran cantidad de huesos.

Se considera que este bifaz no es solo una herramienta sencilla, se cree que es un elemento votivo funerario, siendo utilizado como un objeto simbólico que fue lanzado a la Sima para escoltar a los muertos.

Por lo que se transforma en la evidencia con mayor antigüedad de la actuación simbólica y una prueba que certifica la realización de entierros en la Sima, ya que se ha ubicado un depósito de huesos que corresponden a una cantidad de treinta y dos individuos.