Y es que con motivo del 500 aniversario de su muerte, que se cumplio en 2014, el Ayuntamiento de Palos de la Frontera y la Real Sociedad Palósfila Pinzoniana desvelaron un medallón y cartela en bajo y medio relieve de terracota, obra de la escultora María José Díaz Olivares, en la puerta lateral de la nave de la Epístola de la parroquia de Santa Ana, en la calle Bernardo Guerra y que lleva desde entonces el nombre de «Puerta de Vicente Yáñez Pinzón».
Ese fue el lugar elegido para conmemorar el V centenario de su fallecimiento y para dejar una sempiterna huella de quien fuera, además, capitán de la carabela La Niña y gobernador de Puerto Rico y primer explorador sistemático de toda la costa atlántica americana desde Brasil hasta México, descubridor a su vez del Amazonas, Brasil, Yucatán y Golfo de México. «Se dice que sus restos pueden estar en la iglesia, pero no se sabe el sitio concreto. En el archivo de la parroquia no hay ningún documento al respecto, se hubiera guardado en la memoria de la capilla, en el altar o la lápida. Incluso los libros más antiguos que hablan de Santa Ana no aportan un sitio concreto, aunque sí recogen la tradición de que se enterró aquí», explicaba Amparo Rodríguez Babío, archivera de la Real Parroquia de Santa Ana.
Según añade, «después de tantos siglos se pueden haber perdido los documentos, con lo cual, no quiere decir que sea falso», pero esta leyenda responde a una justificación. «Puede ser probablemente porque en Santa Ana, como era la zona del puerto y astilleros, está muy vinculada con gente que ha ido a Indias», señaló Rodríguez.
Un mito muy presente en Triana
Vicente Yáñez Pinzón perteneció a una saga de marinos españoles -los hermanos Pinzón– que contribuyó al descubrimiento de América junto al primer viaje que realizó Cristóbal Colón hacia el nuevo continente. Con este medallón se ha querido rendir homenaje a esta importante figura coincidiendo con la efeméride de su muerte, «en defensa de la memoria de los grandes protagonistas de la historia, que han hecho grande a Andalucía y a España».
No sólo en esta iglesia hay huella de estos célebres exploradores. El mito también está muy presente en el nomenclátor del arrabal, ya que junto a la plaza de Matilde Coral discurre la calle Pinzón en honor a toda una leyenda.
Fuente: https://dinastias.wordpress.com
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