Pero, poco a poco, toda aquella polémica se fue diluyendo al igual que un azucarillo se diluye en una taza de café. Poco o nada se discutió sobre lo vertido en ese documental. ¿Será por qué quizás (y sólo quizás) había alguna pizca de verdad en todo aquello, y, por lo tanto, sería como darle la razón a todos aquellos que defienden que el equipo blanco debería tener menos títulos de los que tiene? ¿Qué tal si recordamos aquel documental?
Hace unos pocos meses, no pocos pusieron el grito en el cielo por la aparición de un documental en el que se ponía en duda la honorabilidad de los títulos conseguidos por el Real Madrid, sobre todo en la época franquista, aunque la verdad es que muchos han puesto en duda no pocos títulos incluso después de la muerte del dictador. Como era de esperar, no fueron pocos seguidores blancos los que pusieron las manos en la cabeza y acusaron al autor del reportaje de acusar falsamente al Real Madrid de conseguir todos estos títulos con ayudas.
Pero, poco a poco, toda aquella polémica se fue diluyendo al igual que un azucarillo se diluye en una taza de café. Poco o nada se discutió sobre lo vertido en ese documental. ¿Será por qué quizás (y sólo quizás) había alguna pizca de verdad en todo aquello, y, por lo tanto, sería como darle la razón a todos aquellos que defienden que el equipo blanco debería tener menos títulos de los que tiene? ¿Qué tal si recordamos aquel documental?
Pero, poco a poco, toda aquella polémica se fue diluyendo al igual que un azucarillo se diluye en una taza de café. Poco o nada se discutió sobre lo vertido en ese documental. ¿Será por qué quizás (y sólo quizás) había alguna pizca de verdad en todo aquello, y, por lo tanto, sería como darle la razón a todos aquellos que defienden que el equipo blanco debería tener menos títulos de los que tiene? ¿Qué tal si recordamos aquel documental?